Por donde le sople el viento, Ricardo Ahued va. Unos días con el PRI y otros votando contra el PRI. O aprobando las tretas de Javier Duarte —la reducción del período de gobierno— o replicando contra el saqueo a las arcas de Veracruz o sirviendo a la causa panista en el Congreso hasta que Morena lo cachó.
Exorcizado como miles que militaron en la mafia del poder, Ahued ya tiene la bendición de Andrés Manuel López Obrador. Es junto con Rocío Nahle, candidato a senador.
Pepena trapecistas el Dios Peje, o los recicla. Saltan del PRI a Morena, o del PAN a Morena, o del PRD a Morena, así hayan aplaudido a Javier Duarte o a Fidel Herrera Beltrán, o se hayan prestado a suscribir el Pacto por México, o hayan sido operadores del salinismo, los Bahena, los Mijangos, los Barbosa, los Romo, los Moctezuma.
Un conjuro, una expiación y ya. Por la gracia del Dios Peje, son emisarios de la salvación.
Así ocurre con Ricardo Ahued, el virtuoso de los plásticos, trabajador ejemplar, que lidera empresarios y alcanza la presidencia de la Cámara de Comercio de Xalapa, y tiempo después la alcaldía, una diputación federal, una diputación local, siempre de la mano del PRI.
Ahued, en sí, es un activo valioso. O lo es entre no han seguido de cerca el zigzagueo con que se mueve en el poder.
Con el mote del “mejor alcalde de Xalapa”, lo que no tiene mayor mérito pues ahí se concentra el poder real, la inversión a granel, las fuerzas de seguridad, el movimiento de dinero, el desarrollo inmobiliario, la construcción de fraccionamientos, las bases estudiantiles, el fomento a la cultura y hasta el engreimiento de los capitalinos que suponen que trasponiendo el cerro de Macuiltépetl y la hacienda El Lencero lo demás es provincia.
Priista de origen, oriundo de Pachuca, Hidalgo, razón por la que no puede ser gobernador —no es veracruzano por nacimiento—, Ricardo Ahued Bardahuil tiene la etiqueta de ganador. Y la habilidad del que sabiendo que el barco hace agua, sabe caer en la nave enemiga.
Llegó al estrellato político en 2005. Dueño de Casa Ahued, el negocio que hizo florecer, cuenta casi se va a la quiebra por andar de alcalde. Al concluir su gestión aquello era un mar de números rojos y el patrimonio familiar tácitamente se había esfumado.
Gobernaba a todo vapor en los días en que su vecino en el poder era Fidel Herrera Beltrán, iniciador del caos y el saqueo a Veracruz, el ideólogo de la bursatilización, el endeudamiento descomunal,
Frente a palacio de gobierno, su refugio la alcaldía, Ricardo Ahued vio el éxtasis del poder. Observó el culto a la personalidad. Palpó el atropello a la ley. Oyó los alardes de Fidel, el pacto por la gobernabilidad que implicó a priistas, panistas, perredistas y otras rémoras indeseables, la retórica que maquillaba el robo descomunal. Y nunca alzó la voz.
Dejó la alcaldía en 2007. Dos años después tuvo el honor de acompañar a Javier Duarte en la Cámara de Diputados, llegando Ahued con una votación extraordinaria en Xalapa y Duarte con un fraude de antología en Córdoba.
Ahí vio el escándalo de los marranitos entregados por Duarte a Granjas Caroll y ésta los terció hacia la ex primera dama de Veracruz, Rosa Borunda de Herrera. Le daba con todo el panista Miguel Martín López, que luego terminaría siendo acólito del duartismo. Y Ahued sólo vio.
Ese día —4 de noviembre de 2009—, Javier Duarte admitiría que el gobierno fidelista le proporcionaba transporte terrestre y naves aéreas “para el uso de mis atribuciones como representante popular”. Y Ahued ni se inmutó.
Tuvo un gesto digno tres días atrás, el 1 de noviembre. Ante la propuesta de incrementar el IVA de 15 a 16 por ciento, optó por hacerlo en contra.
Ya como diputado local, Ahued es un tipo de claroscuros y de oportunismo manifiesto.
Pregonaba que rechazaría la iniciativa de Javier Duarte a reducir el período de gobierno de seis a dos años. Advertía la trampa. No era en sí una homologación de la elección estatal con los comicios federales para reducir gasto, sino una treta para ahuyentar a los Yunes rojos —Héctor y Pepe— y a Yunes azul —Miguel Ángel— de la sucesión.
Públicamente se definió en contra.
Una charla con Javier Duarte y reculó.
Explicarlo en el Congreso fue peor que dar marcha atrás. Fue el retrato del priista que se hinca ante su gobernador.
“Pero al final de cuentas decidí votar a favor y lo haré en responsabilidad de Ricardo Ahued y con ánimo de comentar lo siguiente: Sentí que se desplazaban dos actores políticos de mi partido, porque se les quitaba la oportunidad de participar. Gozo de la amistad y admiraciones de Pepe Yunes y Héctor Yunes y hubo declaraciones de ellos que también escuchamos y fueron en contra; no nada más la oposición se ha mantenido en este tema. No somos pandilla de nadie, no somos pandilla de Javier Duarte, ni de este gobierno, ni de ninguno. Somos nada más pandilla de nuestras familias, de nuestros actos y de nuestros hechos. No venimos aquí a dialogar un tema tan importante como esta reforma… Ojalá que con esta reforma se logre un poco más de confianza de los electores que ya no quieren saber nada de nosotros. Se ha devaluado la credibilidad en los diputados y partidos y con eso probablemente alineados, tendremos más democracia y más inversiones en salud, pobreza, educación y yo siempre he dicho que la sinceridad y honradez no es de dos años ni de cinco; el que es ratero, déjalo dos meses y acaba con lo que se encuentra”.
Y abundó:
“La honradez no es de años, es de moral, valores y principios y escuché también descalificaciones duras, de alguien que le guardo admiraciones —cada quien se respeta como quiere—, el licenciado Miguel Ángel Yunes, que no deja de ser un actor político importante en Veracruz”.
Y cerró:
“No me tiembla la mano para votar a favor, ni me ha temblado para votar a favor cuando otros partidos y hay muchas coincidencias. No me tiembla la mano ni me tembló como diputado federal para votar a favor de posiciones de otros partidos que a mi juicio, yo sentía que les asistía la razón”.
Luego votaría contra la cuenta pública 2015, plagada artimañas para encubrir el saqueo de Javier Duarte. E increparía cuando el ex gobernador pretendió usar el fideicomiso a la nómina para pagar adeudos a proveedores. Alertó Ahued sobre cifras que no tenían sustento. Algo así como empresas fantasma o contratos fraudulentos.
Eran los días en que hacía causa común con la bancada panista en el Congreso, saboteando hasta el intento de Javier Duarte por imponer fiscal anticorrupción.
Hoy está en Morena. Exorcizado por el Dios Peje, busca ser senador.
Su arrastre, que lo tiene, le asegura al pejapartido otro triunfo en Xalapa. Rocío Nahle, con su exposición nacional como coordinadora de Morena en la Cámara de Diputados, pese a sus tropiezos verbales, el Caso Eva Cadena en que acusa sin pruebas, sus raquíticos resultados legislativos, le acarreará a Morena otro cúmulo de votos en Coatzacoalcos y el sur de Veracruz. Ahí el yunismo azul está perdido.
Morena, pues, cacha al trapecista.
Archivo muerto
Un juicio civil, el 2019/2017-I, obliga a Jorge Winckler Yessin a declarar. Notario público 35 en Salina Cruz, Oaxaca, el padre del fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, deberá comparecer y confirmar lo que ya en otros juicios ha expresado: el poder notarial con que se realizaron ventas sobre un predio de 505 hectáreas, cercano a los ríos Coatzacoalcos y Calzadas, es falso. No obra en sus libros de protocolo tal instrumento. No lo expidió, ni es su firma, ni son sus sellos. Se trata de un poder notarial, el número 7,236, de fecha 29 de abril de 2011, con el que Manuel Bringas Burelo, alias el Conde de Bringas, habría adquirido la representación de sus hermanos Raúl, María Dolores y Bernardo para realizar la venta el predio. Pero los hermanos ni enterados estaban. Manuel Bringas vendió el terreno a José Antonio Izquierdo Sánchez en 5 millones 700 mil pesos y éste implicó a varios más, entre ellos los hermanos Magui Santarini y por el que funcionarios de Pemex terminaron denunciados. El asunto toca incluso al Comandante H, o sea Hernán Martínez Zavaleta, líder zeta hoy confinado en la prisión federal de Villa Aldama, cerca de Perote, Veracruz. Con ese poder notarial, en el que se implica a Jorge Winckler Yessin, se perpetró un fraude procesal. De ahí que el padre del fiscal de Veracruz tenga que comparecer para aclarar su situación. Inédito este episodio de justicia: el fiscal procurando paellas a la veracruzana y el padre aclarando que los documentos con que lo enredan son apócrifos… Reñidísima la contienda interna en Morena. “Democráticamente”, sin rival enfrente, Andrés Manuel López Obrador, alias el Dios Peje, se registra para contender por la presidencia de México. Tan dedazo como el de José Antonio Meade en el PRI, como el de Ricardo Anaya en la alianza Por México al Frente (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano), el del Peje es la crónica de una candidatura anunciada. Era candidato de Morena antes de que Morena existiera. Su discurso es más de lo mismo, la perorata con la que camina AMLO por desde hace cinco años, y otros seis cuando contendió en 2012 y fue derrotado por Enrique Peña Nieto, y otros seis cuando venció a Felipe Calderón pero el sistema le robó el triunfo. Su discurso se centra en la propuesta de descentralización del gobierno federal, instalando casi una secretaría en cada estado, el combate a la corrupción —“predicar con el ejemplo”, muy mesiánico— y su polémica amnistía para los “infractores”, que no es otra cosa que la pax narca versión AMLO, el perdón al crimen organizado. Muy guadalupano, el Dios Peje se registra por Morena este martes 12. De lo dicho, lo peor es la reiteración de la amnistía a los narcos. Con un nivel de reprobación del 66 por ciento, según encuesta realizada por la empresa Buendía y Laredo para El Universal, el olvido a los crímenes, a la saña de los malosos, a los ejecutados y desmembrados no mueve a López Obrador a recomponer el tema, así haya provocado la duda o el rechazo o el desencanto, más que en otros, en los familiares de las víctimas. Con esa amnistía, la libran el Mayo Zambada, los hijos del Chapo, Caro Quintero, el Mencho, zetas, golfos, CNJG, Gente Nueva, Los Rojos, y hasta los que hoy están tras las rejas, que obvio saldrán a gozar, a reír y a buscar nuevas formas de delinquir. Cualquiera, incluso los extraditables, podrán burlar la ley y de paso, burlarse del gobierno de Estados Unidos que por años ha logrado rentabilidad política con su política de guerra a las drogas. Y todos convertidos en pejenarcos. Ya es candidato AMLO, el hombre a vencer… Versión extraoficial: los ocho secuestradores de la Jardines de California son en realidad matazetas. Es una célula del Cártel el Golfo que habría sido aprehendida entre el sábado 10 y domingo 11 en Coatzacoalcos. Una pesquisa de la policía estatal los ubicaría en una casa de seguridad de la colonia Brisas del Golfo, tras identificar a dos elementos que viajaban a bordo de una motocicleta, en el momento en que adquirían alimentos en un puesto de comida. Interrogados, no tardaron en cantar. Cercada la casa de seguridad, se les halló infraganti. Había entre ellos una mujer contratada para servicios sexuales. Su centro de operaciones es un antro llamado Éxtasis. Según el reporte, esa célula aplicaba la “limpia” de zetas y de elementos a quienes asociaban con la banda delictiva. Se le atribuye la ejecución de taxistas en un lavado de autos, en la colonia Esperanza Azcón; la muerte de dos mujeres en el Bar La Changada; el asesinato de varios taxistas más en diferentes puntos de Coatzacoalcos y la región, y un evento más en la colonia Puerto México. Habrían negado haber secuestrado, extorsionado o robado a miembros de la sociedad civil. Su misión era limpiar de zetas la región, o de lo que queda de zetas, que son mandos inferiores sin control. Y una vez cumplido el encargo, a cobrar piso, a secuestrar, a ejecutar Es, hasta ahora, versión extraoficial… ¿Quién es ese empresario, que lo mismo ayuda al necesitado que esconde lo chueco, suya la historia de compras ilegales, inhumaciones de trailers, desguace de cabinas, hallazgos detectados, vía GPS, cuando un transportista se hartó de que le robaran y le volvieran a robar, según consigna un amplio expediente de la SEIDO? Una pista: le llaman el Comandante Moncho… Equipos Metalúrgicos del Sur venció al joaquinismo. Propiedad de José Ribón Zárate, a nombre de su esposa, la empresa realizó obra para el ayuntamiento de Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— en 2013 y como a muchas, le pagaron a medias, y como a otras, les burlaron sus derechos. De 924 mil 431 pesos pactados por la construcción de una cancha con pasto sintético en la colonia Manuel Ávila Camacho, le dejaron de pagar más de 670 mil pesos. Hubo, pues, jaloneo legal. Y como regla perniciosa, el ayuntamiento priista de Coatzacoalcos perdió. El jueves 7 de diciembre, la Sala Regional del Tribunal de lo Contencioso Administrativo emitió la resolución que declaró nula la negativa de pago, esgrimida por el cabildo —alcalde Joaquín Caballero, síndica y regidores—, así como por el tesorero municipal, Alfonso Morales Bustamante, demandados todos, según juicio 71/2017-II. Hay otros casos, como el de la demanda laboral de la ex regidora Idalia Gómez García, a quien despidió Caballero sin justificación pese a tener base, obvio con la complicidad del líder sindical Gersaín Hidalgo Cruz, ofreciendo reinstalarla pero se niegan a pagar salarios caídos como sanciona la ley. ¿Será porque durante meses algún joaquinista dispuso del sueldo de Idalia Gómez y por eso se resistían a notificarle la baja? Un caso y el otro los postergó el joaquinismo y al final son bombas de tiempo que le estallarán al alcalde entrante, el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo… ¿Quién es ese regidor que en breve será papá —y no precisamente con su esposa oficial—, ensayando de nuevo el cambio de pañal, la mamila de madrugada y el “a la rorro nene, duérmaseme ya”? Una pista: el bebé dominará el idioma árabe…
mussioc2@gmail.com
mussiocardenas_arellano@hotmail.com
www.mussiocardenas.com