​Una ficha técnica, extraída del reservorio de información del área de seguridad federal, apunta a Guadalupe Hernández Hervis, la “segunda en el mando”, pareja de Adiel, el ex ministerial, la que con su información “puso” al Comandante H y lo envió a prisión. Con la jefa zeta hablaba el secretario Téllez Marié.

Cabello oscuro y lacio, cejas pobladas, ojos negros, su rostro es el único de mujer en esa ficha que detalla los niveles jerárquicos en la banda del “empresario” Hernán Martínez Zavaleta, alias “El H”, y sus ramificaciones hacia otras células de la organización de Los Zetas.

Su fotografía es una de las cinco que aparecen en la ficha técnica. Primero está el Comandante H, luego, a un costado, Guadalupe Hernández Hervis; directamente vinculados al líder de la banda son ubicados sus lugartenientes, Víctor Manuel Novales Cano y Juan Adiel García Lezama, y Otilio Hernández Ramírez, alias “El Nazi” o “El Apá”, ya fallecido.

Se le categoriza como “segunda en el mando”.

Se le sabía filtrando información.

Se le sabía ligada a otras células zetas.

Temida en el círculo del “H”, Guadalupe Hernández era la pareja sentimental de Juan Adiel García Lezama, ex agente ministerial con base en San Andrés Tuxtla, que pasó del duartismo a las filas del crimen organizado sin que se inmutaran los mandos de poder, el entorno de los procuradores y el primer fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras.

Sobre Adiel, ya convertido en zeta, no hubo acción ni el Grupo de Reacción Inmediata ni de la Fuerza Civil —Los Fieles—, los cuerpos de élite del falso general, Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Javier Duarte, pese a que cualquiera en el mundo del hampa lo podía ubicar.

Hoy el nombre de Guadalupe Hernández sacude al entorno yunista azul, imputada en una investigación de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por sus ligas con la célula criminal, y por el registro de conversaciones telefónicas con el secretario de Seguridad, Jaime Ignacio Téllez Marié, antes y después de la aprehensión de Hernán Martínez Zavaleta, el Comandante H.

Dice Reforma que el expediente Téllez —FED/SEIDO/UEIDMS-TAB/0000612/2017— consigna que por causalidad se halló el vínculo entre “La Jefa” y el secretario de Seguridad de Veracruz. Un secuestro ocurrido en Xalapa, un número telefónico, una voz de mujer, un zeta apodado “El Ricolino”, permitieron atar cabos, seguir pistas y acreditar que Guadalupe Hernández Hervis era la informante del funcionario yunista.

Con autorización judicial, la de un juez de control de Técnicas de Investigación e Intervención de Comunicaciones, se realizaron las escuchas.

Un número, con clave 294, de Catemaco —lugar donde residen familiares de “La Jefa”—, llevó a otro, clave LADA 229, que era usado por Téllez Marié. Y eso pendió alertas.

Una llamada se produjo el 26 de junio de 2017, tres días después del asesinato de Bernardo Cruz Mota, alias “El Berna” o “El Niño Sicario”, en Coatzacoalcos, y a los dos días de la masacre ordenada por El H contra una familia, cuatro niños y sus padres, en venganza.

Ahí, en la conversación, Guadalupe Hernández Hervis revela un nombre, Norma, operadora financiera de la célula comandada por “El H”. Norma era quien llevaba las cuentas del gimnasio Golden Bull, actualmente clausurado, ubicado en un piso del edificio propiedad del ex síndico por Coatzacoalcos, Roberto Chagra Nacif.

De pelada, el Comandante H cayó en manos de autoridades federales, el 25 de junio de 2017, en Cárdenas, Tabasco. Con él iban Juan Adiel García Lezama, pareja sentimental de “La Jefa”, y Víctor Manuel Novales Cano.

¿Quién dio la ruta y el destino? ¿Quién los ubicó? ¿Quién los puso?

Entre Guadalupe Hernández y Téllez Marié, según el expediente de la SEIDO, citado por Reforma, hubo tres llamadas finales, todas el 19 de julio, entre las 22:15 y 22:20 horas. En ellas, la mujer confirmó que Ariel Martínez, hermano del Comandante H, era el sucesor.

De acuerdo con Reforma, Téllez Marié fue citado como imputado por la SEIDO. Escuchó las grabaciones, las reconoció, pidió que se agregaran al expediente y aclaró que otra agencia anticrimen de la Procuraduría General de la República tenía conocimiento de todo. “La Jefa” había servido para obtener información que llevó a la captura del Comandante H.

Durante el arraigo de Adiel García en instalaciones de la SEIDO, Guadalupe Hernández Hervis acudió a visitarlo, el 7 de julio. Y proporcionó un dato clave: su número de teléfono celular, con el que había hablado con el secretario de Seguridad. La SEIDO la detuvo el 22 de septiembre, la confinó en un penal de Morelos y se le procesa por delincuencia organizada y secuestro.

Según la SEIDO, Téllez Marié tenía una relación de amistad con un hermano de “La Jefa”.

Hasta ahí lo señalado por Reforma.

A raíz de la detención del Comandante H, la SEIDO indagó en Coatzacoalcos su entorno, el jet-set con el que congenió, sus relaciones de negocios, con niñas bien, con el círculo político que detentaba el poder, sus prestanombres, sus compradores de chueco, sus lavadores.

En una relación se aprecian apellidos notables: Chagra, Ortiz, Rodríguez, una tal Beba. Más de una decena ligados al capo zeta.

Téllez Marié no está solo. Habla a su favor el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. En la emisión matutina de MVS, con Luis Cárdenas Jiménez, confirma las conversaciones y aduce que fue el vehículo para aportarle información a una dependencia de la PGR para proceder contra “El H”.

“El Secretario, en efecto —dijo Yunes—, hablaba con ella, y nosotros entregábamos información que esta señora aportaba, y la entregamos a una agencia criminal distinta a la que, el día de hoy, Reforma señala que indaga; no, no indaga, indagó. Se equivocó el verbo, quiero pensar que se equivocaron en el tiempo del verbo.

“Indagó, efectivamente, llamadas que se dieron, sí, totalmente de acuerdo con la PGR, durante un lapso más o menos largo, hasta que logramos ubicar a este individuo, dimos la información, dimos la información de cómplices; en mi propio teléfono, aquí la tengo, aquí lo tengo en mis manos, yo envié la información a la agencia criminal y ellos estaban totalmente enterados de que el Secretario hablaba con esta persona.

“El secretario fue y aportó la información, y te repito, esa información que aportamos para detener a un delincuente de la más alta escala, a ‘El H’, y después, junto con la PGR, de acuerdo con ellos, ofrecimos recompensa por otro delincuente apodado ‘La Liebre’, que mató a una familia, incluyendo a cuatro niños, en Coatzacoalcos. Toda la información la obtuvo el Secretario, a sabiendas, la PGR, de que hablaba con esta mujer”.

Téllez Marié clarifica: la información sobre la célula Zeta se le aportó a la Agencia de Investigación Criminal, a su titular, el comandante Harfuch. Y de “La Jefa” dijo:

“La conozco de referencia —señaló—. En una ocasión se fue a entrevistar conmigo, platiqué con ella. Ella me dijo que tenía información de las personas que estaban ocasionando los homicidios en la zona de Catemaco, en la zona de Coatzacoalcos y me refirió que la persona que lo estaba haciendo es una persona que era su pareja sentimental, una persona de nombre Adiel que había trabajado antes en la Policía ministerial, posteriormente me entero que esta persona no me estaba dando la información con el ánimo de colaborar, sino que por la propia información que nos da SEIDO me entero que esta persona que era la jefa de plaza del 35Z en la zona de Xalapa”.

Ninguna bomba, en política, es casual. No se mueve el poder para dejar intacto al poder.

Yunes y el presidente Enrique Peña Nieto lo saben. Y en Perote hubo un duelo verbal, el reclamo de Yunes al linchamiento judicial del candidato panista, Ricardo Anaya, y la alusión a Andrés Manuel López Obrador como el “tigre de papel”. Y de parte de EPN, la sentencia: “todos somos observados, evaluados”.

Tres días después del jaloneo verbal entre Yunes y el presidente Enrique Peña Nieto detonó el tema Téllez Marié-“La Jefa”.

Nada es casual.

Archivo muerto

Eva Cadena dice no a la mordaza. A las tretas de Alejandro Montano, remitiéndola a que si sabe del cobro de piso y la extorsión que acuda a denunciar, le dice que no, que eso es judicializar la libertad de expresión. Lo increpa la legisladora local por el distrito Coatzacoalcos Rural, aduciendo que sugerir que por hablar de los niveles de inseguridad y violencia, del cobro de piso y el secuestro, se debe acudir a denunciar ante la autoridad judicial, como plantea el delegado de la Secretaría de Gobernación en Veracruz, Alejandro Montano, es un acto de intimidación. Si la sociedad no denuncia es por miedo, por sabe que más tarda en acudir a una fiscalía que su información es filtrada a la delincuencia común y, peor, al crimen organizado. Pésimo que una vez más libertad de expresión pretenda ser judicializada. ¿Sabrá Montano la metáfora del pretendió apagar un incendio con gasolina?… Y se quebró Víctor Carranza. Lo doblegó el Sindicato de Empleados al Servicio el Municipio de Coatzacoalcos —o SUEM— que en tribunales echó por tierra la reingeniería administrativa, que no fue otra que el reajuste salarial y recorte de personal. Por violar procedimientos y con el amago de que tres funcionarios del ayuntamiento de Morena irían a la cárcel, el alcalde Víctor Carranza y su corte real recularon. Se comprometieron a que este jueves 15 devolverían los descuentos aplicados a los salarios del personal, pero volvieron a mentir. Un supuesto “error involuntario” mantuvo el atraco como en quincenas anteriores. Ofreció el tesorero José Manuel Pozos que sería subsanado el viernes 16. Se llegó a un acuerdo. Habrá un descuento mínimo al personal sindicalizado pero se elevará el tabulador. Y se fue al diablo la reingeniería administrativa con que tanto se pavoneó el alcalde de Morena, Víctor Manuel Carranza Rosaldo. 75 días después no termina de arrancar… Tan proclive a la suciedad, el engaño, las licitaciones amañadas entre familiares, don Edel Álvarez Peña alza su mano cómplice y ordena que el caso Juan Carlos Charleston se mantenga como está. “Vamos a aguantarlo”, dice del usurpador de profesión, el abogado-fraude que por 24 años sorprendió a las instituciones y 11 fue agente del Ministerio Público con un título falso y una cédula que no era suya. ¿Y por qué lo sostiene como defensor de oficio el presidente del Poder Judicial de Veracruz?, pregunta un poderoso medio de comunicación nacional…

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