Veracruz es, contradictoriamente, un estado rico con altos índices de pobreza. Tiene agricultura, ganadería, industria, turismo, petróleo, gas y petroquímica, pero los índices de marginación alarman y las expectativas de desarrollo prácticamente no existen. En números, Veracruz ocupa el cuarto lugar en pobreza, marginación y analfabetismo. La riqueza, la inmensa fuente de recursos, queda en unas cuantas manos. Hay un Veracruz rico para un grupo privilegiado y un Veracruz desastrosamente empobrecido para la mayoría. Veracruz es un espejo del país, pero los grandes rezagos tienden a incrementarse. En Zongolica, en Soteapan, en la Huasteca y a unos pasos de Jalapa y el puerto de Veracruz, la miseria es lacerante, insultante.
Esa realidad, la falta de expectativas, el nulo crecimiento, la escasez de opciones de trabajo obligó a miles de veracruzanos a huir del rezago y del olvido. Por eso Veracruz se convirtió en un estado expulsor de mano de obra y en el sexenio del nefasto Miguel Alemán Velasco, los campesinos e indígenas de la sierra de Soteapan emigraron con la noble intención de emplearse en otras entidades o en el extranjero. Ese sueño no tardó en convertirse en una pesadilla. Aquel paraíso laboral que les describieron terminó siendo campos de concentración. Confinados en barracas, sólo podían salir a los campos de cultivo, donde sembraban en jornadas interminables, más allá del sol a sol, sin paga, con alimento de bestias, sin medicamentos cuando enfermaban, olvidados, cancelada su libertad, impedidos para lanzar un grito de ayuda. No se fueron por gusto. Abandonaron Veracruz por el desgobierno alemanista. Cínico, el entonces gobernador tuvo la osadía de crear programas para capacitarlos y que acudieran a otros estados a prestar su fuerza de trabajo. Y más: ideó una tarjeta —Migratel— para obtener facilidades y descuentos en su tránsito a lo desconocido. Abdicó Miguel Alemán a su obligación de garantizar condiciones de vida digna para los veracruzanos y los envió al matadero. Como buen priísta, pensó en ellos para nutrir mítines políticos, para pastorearlos como borregos, para maicearlos como animales. Fueron, antes y ahora, pobres útiles, carne de cañón para los programas sociales y un ejército que con tal de matarse el hambre entrega su voto al PRI, perpetuándolo en el poder para continuar ejerciendo un desgobierno.
Estadísticamente, Veracruz es otro. Presume el gobierno de la creación de empleos, de la planta laboral pujante, de la educación de primera, del turismo galopante, de ser el paraíso de las inversiones y la confianza universal. ¿Será?
Nada más lejano a la realidad. Veracruz milita entre lo peor de lo peor. Pobreza aquí y allá; marginación para donde se vea; analfabetismo no sólo en el ámbito rural sino en metrópolis como Coatzacoalcos, vergüenza que no se tiene.
Veracruz sigue siendo tierra de desigualdad. Unos cuantos acrecientan sus fortunas, mientras la mayoría sufre la pobreza y pierde la esperanza.
Gracias PRI. Ahí la llevas.
Archivo muerto
Quejumbres del diputado local Gonzalo Guízar Valladares. Dice que él no subió el anuncio espectacular, en el malecón costero, en que se leía la leyenda “Alianza Generacional Gonzalo Guízar”, que lo identifica como parte del proyecto del también diputado Héctor Yunes Landa, quien por la libre pretende ser el candidato del PRI al gobierno de Veracruz. Gonzalo Guízar asegura que el anuncio fue colgado por instrucciones del alcalde Marcelo Montiel Montiel, con el único fin de “quemarlo” ante el delfín fidelista Javier Duarte de Ochoa. Semejante mamila cae por su propio peso. No hay priísta que desconozca que Guízar Valladares es fan de Yunes Landa y que se la va jugar en esa ruta, incluso combatiendo a Duarte Fiel… Persigue la muerte violenta al Partido de la Revolución Democrática. Asesinaron al líder del Congreso de Guerrero, Armando Chavarría; mataron al hijo del senador Arturo Herviz Reyes; éste volcó en su camioneta cuando circulaba sobre la autopista La Tinaja-Cosoleacaque, a la altura de la Cosamaloapan; hace unos días se suicidó el hijo de Baldomero León González, ex militante priísta, hoy en la órbita del líder de Convergencia por la Democracia, Dante Delgado Rannauro, y acaba de ser asesinado Gaffet Romero Mendoza, ex alcalde de Tezonapa. Así ocurrió durante el salinismo. ¿Cuántos más habrá?... Ismael Pavón Leal es una de las víctimas del Parque Tecnológico Puerto México. Le asignaron terrenos en el PTPM para resarcirle los que le habían invadido en villa Allende cuando esta era congregación de Coatzacoalcos. Creyó que tendría un espacio privilegiado para instalar su planta procesadora de chicharrones empacados, puntal de su empresa Central de Abasto. Hoy, es la hora que aún no cuenta con escrituras del terreno y por lo mismo se ve impedido de solicitar créditos bancarios. La nave de lo que sería su procesadora la construyó con recursos propios, pero se quedó a medio camino… Espejismo puro: los 180 millones de pesos que le entregarán a los ayuntamientos veracruzanos correspondientes al Fondo de Estabilización de los Ingresos para las Entidades Federativas , son algo así como una aspirina para curar una neumonía. Al puerto de Veracruz le corresponden 16 millones de pesos; a Coatzacoalcos, 14; a Jalapa, 11; a Orizaba y Tuxpan, 5 millones a cada uno; Poza Rica y Boca del Río, 4, y Minatitlán, 3 millones de pesos. A Coatzacoalcos le alcanzará para pavimentar menos de 5 kilómetros de calles. O sea, una vacilada muy publicitada…