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Fermín Avalos Vidal no es un contratista cualquiera. Es un mago de las finanzas, un chofer con suerte, que ha amasado millones de pesos al amparo del poder.
Su éxito lo ha basado en su relación enfermiza con el ex director de Carreteras Estatales del gobierno de Veracruz, Roberto Chagra Nacif, de quien es su hombre de confianza y por años el conductor de planta de sus múltiples y ostentosos vehículos.
Desde esa condición fue improvisado como empresario constructor y a su nombre ha acumulado contratos de obra en el gobierno estatal y en ayuntamientos, pese a que su actividad oficial es la de prestador de “servicios de transporte en automóvil de ruletero”, a lo largo de 18 años, desde el 13 de abril de 1992.
2002 fue un año de maravilla para el chofer Fermín Avalos Vidal. Obtuvo 3 millones 564 mil 391.16 pesos en diversos contratos, cuando su mecenas, amigo y protector, Roberto Chagra Nacif, era director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos. Hoy, Roberto Chagra es síndico electo municipal y figuradamente, la llave que le abrirá las puertas a múltiples trabajos para continuar acumulando su fortuna.
Su versatilidad como chofer contratista lo hizo fundar una empresa, TECMAR, S.A. de C.V., a la que le llovieron las obras en la CMAS Coatzacoalcos, suscritos por su patrón, Roberto Chagra.
Casi como un jeque de la construcción, obtuvo el contrato CMAS SAF-ADQ-LS-04-003, por concepto de suministro y adquisición de material hidráulico para stock de almacén general por los que cobró 975 mil 53.41 pesos.
Por reparación de pavimento y banqueta con concreto hidráulico en diferentes puntos de la ciudad, obtuvo dos contratos más, cada uno de ellos por 860 mil 731.46 pesos; o sea más de un millón 700 mil pesos.
Chagra Nacif le asignó el contrato OPM-OBP-AD-02-009, por concepto de rehabilitación y sustitución de tubería de 18 pulgadas de polietileno de alta densidad sobre la calle Río Calzadas, en la colonia Divina Providencia. Ganó por ellos 861 mil 284.51 pesos.
También construyó las oficinas del sindicato de empleados de la CMAS, por los cuales recibió 38 mil 697.50 pesos.
Se agenció otros 345 mil 000 pesos por reparación de pavimento y banquetas en diversos puntos de la ciudad de Coatzacoalcos; otros 51 mil 326.40 pesos, por ampliaciones de red de agua potable, y 72 mil 450 pesos por reconexión de tomas domiciliarias.
En suma, tuvo ingresos por más de 5 millones 700 mil pesos.
Cinco años después, una investigación determinó que el chofer Fermín Avalos había obtenido ingresos por 3 millones 564 mil 391.16 pesos, pero incurrió en omisiones fiscales, o sea no reportó esas cantidades.
Contablemente también se le detectó al protegido de Roberto Chagra Nacif que había presentado egresos por 683 mil 601.35 pesos, pero 328 mil 324.24 pesos no estaban amparados por documentos que reunieran requisitos fiscales.
Desde entonces Fermín Avalos se hizo ojo de hormiga, cuando menos para el gobierno estatal. Se le ve en cuanto antro existe en Coatzacoalcos.
Su impunidad, no obstante, es ilimitada. Tiene un aliado a modo, José López Solís, a quien la Secretaría de Comunicaciones de Veracruz, siendo titular Marco César Theurel Cotero, le otorgaba contratos de obra.
En los documentos de licitación y concurso de obra aparecen asignaciones a López Solís, siendo su representante legal Fermín Avalos Vidal.
Ambos personajes son piezas clave en los boquetes dejados por Chagra Nacif en esa dependencia, cuando era el favorito de la fidelidad, cuando se desempeñaba como director de Carreteras Estatales de Veracruz.
Eran los tiempos en que el entonces secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa, hoy gobernador de Veracruz, tenía que soportar los desplantes del Beto Chagra y sus exigencias de pago a los constructores del rey de los contratos de la fidelidad.
Archivo muerto
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