Eterno bribón, Edel Álvarez se imaginó en un tribunal a modo, con magistrados inventados y jueces venales, una purga de “incómodos” al estilo de las mafias, o los imputados por zetas de andar en su nómina. Así hasta que en el Poder Judicial Federal algo comenzó a alertar.
Le brotan los fuegos dentro y fuera del Tribunal, atizados por sentencias infames con tufo a corrupción, a tráfico de influencias, a un inmundo desprecio a la integridad de la mujer. Un ejemplo, el caso del Porky Diego Cruz y sus cinco años de cárcel por pederastia cuando debió ser de 12 a 40 años por pederastia agravada.
Lo increpan los colegios de abogados por el eterno conflicto que deriva de la imposición de “magistrados temporales”, sustituyendo a 14 magistrados destituidos por edad, la purga que inició en los primeros meses del yunismo azul, no para mejorar la impartición de justicia sino para desterrar a quienes procedieran de los tiempos de priismo, los que sembró Fidel Herrera Beltrán y los que llegaron cuando Javier Duarte gobernaba Veracruz.
Le exigen que por ética, Edel Álvarez Peña deje la presidencia del Poder Judicial, retire a sus magistrados temporales, a los que cada semana los nombra y los vuelve a nombrar, maquillando las ausencias y taponando los boquetes dejados por su incapacidad para operar la llegada de quienes habrían de sustituir a los que no quiso tener ahí.
Caótico, el Poder Judicial de Veracruz se desgrana entre los dedos de Edel, anulada la solvencia moral, improvisado y sin carrera en los tribunales, que sólo por el dedazo de Fidel, llegó a ser magistrado. Y luego, por el capricho de Miguel Ángel Yunes Linares, se encumbró a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia.
Permeado por el crimen organizado y los tránsfugas de la justicia, el Poder Judicial de Veracruz vive días sombríos, los que vienen de la justicia comprada y que provocan la indefensión de la sociedad.
Sea, por ejemplo, el caso del Porky Diego Cruz, obteniendo una sentencia suave, dictada por el juez Rubén Adrián Romero Maldonado, el juez de la opulencia, sea por el juez Vivanco que tácitamente le da a los Spinoso las llaves de la prisión, sea Esmeralda Ixla, dueña y señora del Poder Judicial que designa jueces o los castiga, los premia o los confina, los proyecta o los exilia.
Juez Porky, Romero Maldonado ya está en la mira del Poder Judicial Federal. Un amparo por su falta de representatividad cuando fue magistrado temporal se empató con la sentencia benigna a favor de Diego Cruz Alonso. Y detonó el escándalo.
Granuja con historial, Romero Maldonado acumula otras cuentas en su rosario de injusticia en el puerto de Veracruz. Uno de ellos al comerciante Jorge Raúl Peraza Bonfil, detenido injustamente por una acusación falsa de fraude, quien pudo desestimar pruebas en contra pero el impartidor de justicia simplemente se negaba a otorgarle la libertad. Notiver contó el episodio completo.
Juez nefasto, casi fue echado del Poder Judicial por un episodio bochornoso y caluroso. Sorprendido con la entonces subdirectora de la Ciudad de los Niños en posición del Sutra, el entonces presidente del Poder Judicial de Veracruz, Alberto Sosa Hernández, ordenó degradarlo de juez de ejecución en materia de adolescentes a juez menor en Misantla. Y su tía, la magistrada Gladys Maldonado, con tal de no verlo fuera de la pandilla judicial, feliz.
Acaudalado, se le suele observar en una residencia de lujo en Punta Tiburón y al volante de un flamante BMW, inamovible, protegido, solapado por Edel, y Romero Maldonado administrándole sentencias que agravian al que demanda justicia y benefician al que infringió la ley.
Otro juez de Martínez de la Torre, Juan Mario Vivanco Gastélum, es fan de los Spinoso que secuestran, amenazan, insultan y burlan la ley. A ellos —Edgar, César y Rodrigo— les varió el delito tras acreditarse en videos el secuestro de un empleado de la empresa Mota Engil México.
“Yo te voy a partir tu madre y sé dónde vives, sé dónde está tu puta familia y te la voy a matar”, gritaba el iracundo Edgar Spinoso.
Vivanco Gastélum urdió y ejecutó una vinculación light a proceso variando el delito de secuestro agravado a privación de la libertad y en cualquier momento dos ellos, César y Rodrigo, pueden salir. Edgar Spinoso, el ex diputado federal y ex subsecretario de Finanzas del nefasto gobierno de Javier Duarte, el que presumía de huevos y más huevos, pistola a la vista, prefirió huir.
Hay una mano sucia en el Poder Judicial. Es la de Esmeralda Ixtla. Por ella pasan nombramientos, los aprietes; es la que confina y castiga a los “incómodos” que no orbitan en torno a Edel.
Son tiempos oscuros para el Poder Judicial en Veracruz. Sin exámenes o con exámenes a modo, centenares de jueces inexpertos, arbitrarios, son sembrados para servirle a Edel Álvarez o ejercer presión externa sobre el gobernador Cuitláhuac García si no intentara la reelección.
Cercano a Fidel, enemigo de Javier Duarte, incondicional de Miguel Ángel Yunes, hoy es el alfil judicial de Cuitláhuac García y su mozo de estoques, el secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos. O lo simula que lo es.
Su talón de Aquiles es la designación de magistrados temporales, jueces habilitados como tales por el presidente del poder Judicial violando la facultad exclusiva del Ejecutivo o del Congreso estatal.
Cada semana son renovados los nombramientos, así ande el ánimo de Edel. Cada semana premia o castiga.
Hay jueces sin anatomía judicial ni un gramo de moral. Llegan por familiaridad, las esposas, cuñados, tíos, hijos, sobrinos de magistrados.
Podredumbre y justicia a modo, jueces venales, magistrados inventados y la familia Álvarez en puestos clave, donde las finanzas, las obras, la administración son filón de oro, y allegados que por años usaron título profesional de la Universidad Veracruzana falso —Juan Carlos Charleston, defensor de oficio en Coatzacoalcos— o señalados por sicarios zetas de favorecerlos —Manuel Fernandez, el que participa en la mesas de seguridad con militares, navales, Cuitláhuac y Patrocinio—, constituyen la materia prima de vilipendiado Poder Judicial de Veracruz.
Por ética, pues, y con sobrada razón, los colegios de abogados le piden a Edel arriar las velas, levar el ancla y no causar más daño. Sostener al Poder Judicial con 13 magistrados temporales y cientos de jueces sin preparación, es aberrante.
Mejor irse y rendir cuentas a que lo echen pare en prisión.
Líos en los que se mete el eterno bribón
Archivo muerto
Una fake news —noticia falsa— le sirve al gobernador para enfrentar un rumor, el de la renuncia inminente de dos fallidos próceres de la Cuarta Transformación, el rey de la superchería, Eric Patrocinio Cisneros, secretario de Gobierno, y Hugo Gutiérrez Maldonado, el shérif que despacha como secretario de Seguridad Pública. Una fake news para contrarrestar el efecto de un texto que circulara sosteniendo que el poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, pisaría las arenas de Veracruz para consumar las dimisiones del par de inútiles. Y el rumor espantó al gobernador. Así, se fraguó la respuesta. Y lo ideal, imaginó su círculo cercano, fue un falso comunicado, usando papelería y logos del gobierno federal, armar un texto de escasa imaginación y afirmar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no se inmiscuye en los asuntos del gobierno de Cuitláhuac García. Y, segundo acto, el aplauso de las focas, la prensa amaestrada, rémoras del duartismo, compinches de la fidelidad, recién contratada para echarle algo de aire al gobernador. Y una vez conocido el falso comunicado, el efecto fue peor. Si Cuitláhuac García es capaz de mentir así, ni duda que algún día apuñale al propio López Obrador…
Hierve la Secretaría de Salud. Si no es la falta de anestesia en sus hospitales, es la hemodiálisis que no se aplica aunque el gobernador Cuitláhuac García diga que sí, que el titular de la SSA, Roberto Ramos Alor, afirme que no y luego, para no contradecir a su patrón, termine echándose para atrás. Y ahora, el desvío de recursos, las renuncia masiva de médicos y directivos en la Jurisdicción Sanitaria número XI y el Hospital Regional de Coatzacoalcos, y el nepotismo y el abuso de autoridad y los moches. Trabajadores acusan a Jocelyn Ramón Rodríguez, sobrina de Ramos Alor, de reventar al personal, rasurar sus compensaciones, imponer caprichos y contar con el silencio y la complicidad. Habrían enterado —según la crónica de decenas de medios y portales— a Ramos Alor del desvío de un millón de pesos, recurso de origen federal, y el secretario respondió que “no hagan caso”. Textualmente acusaron: "La gente del secretario —señala Elizabeth Aviña, de Al Calor Político— pues tomaba esos recursos para uso propio, se los gastaban, yo que sé y muchos detalles así. Por ejemplo, llegaban 100 mil pesos para campañas como ‘Salud a tu Casa’ y ese dinero lo sacaban ellos, según que por indicaciones del secretario de Salud”. Citaron que eran recursos para programas de fumigación y para enfermos con VIH. La sobrina minando el área administrativa en el Hospital Regional de Coatzacoalcos y de ahí asciende a la Jurisdicción Sanitaria donde muestra que la uña es feroz. Y en cosa de semanas, provoca un éxodo inédito y la denuncia pública. Como para Netflix…
Tiene historial la joyita de Rocío Nahle. Militó Yolanda Sagrero en las huestes de Ricardo Orozco Alor, cacique sindical del ITESCO —Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos—, y ahí también hizo de las suyas. Fue la “mano negra”, artífice de maniobras administrativas con alcances que ni el mismo Orozco alcanzó a imaginar. Pululaba en el área administrativa del ITESCO y, según refiere un insider de aguda percepción, Yolanda Sagrero Vargas obtenía redituables rendimientos con los que primero agradó y luego pasó a bailar al poderoso líder del SUTITESCO, la organización sindical que le ha servido a Orozco Alor para atesorar poder, dinero y control político. Hoy, convertida en directora de Contabilidad de la Tesorería del ayuntamiento de Coatzacoalcos, es quien permite y solapa el desvío de recursos hacia la Universidad Politécnica de Coatzacoalcos, la llamada Universidad del Peje, de la que es presidenta del patronato pro construcción. Continuará…
Cifras que alarman, la del feminicidio en Veracruz: 98 casos de enero a junio de 2019, según la Fiscalía de Veracruz. Ocurrieron 10 en enero; febrero, 11; marzo, 25; abril, 21; mayo 9 y junio 22. Otro dato: de los 369 casos registrados en todo México, de acuerdo con la estadística del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 76 casos, o sea el 20.6 por ciento ocurrió en Veracruz. Peor aún, Veracruz duplicó la cifra registrada en el Estado de México. Entre los municipios con mayor incidencia, Ciudad Juárez, Chihuahua, figura en primer lugar con 11 casos; Xalapa, Veracruz, 9, y Villahermosa, Tabasco, 8. Y la cifra que más preocupa: la media nacional en feminicidios es de 0.57 por cada 100 mil habitantes; Veracruz registra 1.78. Es decir, más del triple… Un tribunal, el de Conciliación y Arbitraje, ordena que un alcalde rebelde, el de Jilotepec, y su síndica y su regidor, comparezcan y respondan por desacatar la sentencia que los obliga a cumplir con el pago de 9 millones de pesos a 18 trabajadores municipales. Rebeldes, ostensiblemente soberbios, se negaban a acatar el mandato del tribunal. Ahora lo harán. Con el uso de la fuerza, una orden a la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, deberán comparecer y dar cumplimiento a la sentencia judicial. Así ocurrirá con Víctor Manuel Carranza Rosaldo, alcalde de Coatzacoalcos, un títere que se mofa del Tribunal de Justicia Administrativa —“tribunal de quinta”, le dice el rufián—, que lo insta a cumplir con sentencias perdidas, la de Pluvial del Golfo y otras más, sólo porque al ignorante de palacio se le ocurre que no va a pagar simplemente porque no quiere pagar. Como en Jilotepec, las sentencias se cumplen por la buena o por la mala. Y si no, será llevado a Xalapa en patrulla de la Secretaría de Seguridad. Y si Seguridad Pública incumple, habrán de intervenir fuerzas federales. Pero la ley, por si Carranza no lo concibe y no lo cree, se tiene que respetar. Mientras, ya tiene solicitud de juicio político en el Congreso de Veracruz y una denuncia por nepotismo en la cúpula de Morena…
Disminuido, alejado ya al ajetreo político y de las lides sindicales, Ramón Hernández Toledo se encamina al retiro. Concluye un ciclo al frente de la Sección 11 del sindicato petrolero, siendo entre los líderes que sucedieron a Francisco Javier “Chico” Balderas, el que más tiempo permaneció. Y el que se apoderó de la Sección 11. Su salud y los años lo conducen al estado al que se resisten los de su condición: la jubilación, que es pérdida del poder. Uno de los sentidos vitales para el ser humano no conecta ya con su alrededor. Habrá sonidos que sólo ha de recordar… ¿Quién es ese alcalde dual, por las mañanas sobrio y diligente, ya por las tardes y noches en el disfrute de la yerba verde que lo hace volar, imaginar, sentir y gozar, atascado hasta perder la razón? Cuentan que a las 3 PM, si no recibe su cotidiana dosis, comienza el nervio y la exasperación. Cuentan que así decide los temas cruciales de su importantísimo municipio. Pista: “no mentir, no robar, no traicionar… al dealer”…
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