* Marian, la nueva becaria del Ayuntamiento * Su padrino es el jefe de Recursos Humanos * Duarte le calla la boca al regidor Lagunes * Sus disparates contribuyen a la ingobernabilidad de Coatza * Cuando la PFP detectó un diezmo del secretario Theurel * Era dinero para las campañas en 2009 * Negociaron y “Papi-rey” pudo dormir tranquilo * Aplazan nombramiento de Angel Perea en Olmeca TV
Petróleos Mexicanos mantiene, tradicionalmente, una relación complicada, ríspida y tirante con la prensa. Se le acusa de ser fuente de corrupción, contaminadora por excelencia, lastre del sistema político. Suele ser, así, tema recurrente de notas, reportajes y crónicas periodísticas a las que no hay medio que se resista, aún a riesgo de vivir en una permanente confrontación.
Pemex y la prensa no se quieren. No hay día que no se escriba sobre los negocios millonarios que se tejen al amparo de la paraestatal; un saqueo vilmente tolerado, encubierto. O que se divulguen cifras en torno a la contaminación y sus efectos letales. Una más: su condición de caja chica de partidos políticos, cuya función medular es nutrir financieramente las campañas electorales, o sea, el Pemexgate de toda la vida.
A la prensa le encantan esas historias. Eso, sin embargo, contribuye al clima de tensión entre Pemex y los medios de comunicación. No hay director de Pemex o titular de algunas subsidiarias petroleras que no vea con recelo a los periodistas.
Lo que no se sabía es que ahora Pemex tenga entre sus tareas secuestrar e impedir su labor informativa, privarlos de su libertad, confinarlos a los reporteros por horas en un reducido espacio y así evitar que cubran las actividades de los funcionarios de alto nivel.
Ocurrió así en Minatitlán, Veracruz, cuando el miércoles 2, por espacio de seis horas, cerca de treinta comunicadores fueron confinados por personal de Petróleos Mexicanos en una habitación contigua al Casino Petrolero, mientras el director de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, realizaba una gira de trabajo acompañado del gobernador Javier Duarte de Ochoa y del líder sindical Carlos Romero Deschamps.
Citados a las 9 de la mañana, algunos periodistas de Minatitlán acudieron y aguardaron que les asignaran un vehículo para trasladarse a los complejos habitacionales Eduardo Soto Innes y Casino Petrolero, donde los funcionarios y el dirigente sindical realizarían la entrega de viviendas. Así aguardaron por horas.
Otro contingente de periodistas, provenientes de Coatzacoalcos, llegó al filo del mediodía al mismo sitio y se unió a los reporteros de Minatitlán. Se llenaron de sorpresa al enterarse que quien hubiera ingresado a ese salón anexo no podría salir hasta que se realizara la conferencia de prensa programada con el titular de Pemex, programada para las 3 de la tarde.
Ante el virtual secuestro del que eran víctimas, exigieron respeto a su labor informativa y que se les permitiera abandonar el salón. Nada lograron.
Encrespados, derribaron una cortina para poder captar fotografías a través de un cristal en el momento en que arribaban Suárez Coppel, Duarte de Ochoa y Romero Deschamps. Posteriormente, ya engallados, forzaron la chapa de la puerta y debieron enfrentarse a golpes con los “guaruras” asignados por Pemex como responsables de la seguridad para salir de su encierro.
Su indignación se la expresaron al gobernador Duarte de Ochoa, Suárez Coppel y Romero Deschamps, ante quienes se despojaron del gafete de prensa. Exigieron respeto a su labor y algunos de ellos se retiraron del lugar.
Ha sido para la prensa un día negro, una tarde de perros. En el mayor de los absurdos, Petróleos Mexicanos mostró una faceta inédita, la del secuestro, para impedir que la prensa cumpliera con su misión de informar.
Se trata de un hecho inédito y, sobre todo, tan ilógico como incomprensible. Evidencia a Pemex, a su Gerencia de Comunicación Social. Denota una dramática carencia de sensibilidad y, más aún, de sentido común.
Pemex, en los próximos meses habrá de desarrollar proyectos cruciales para la economía del país. Uno de ellos, Etileno XXI, presenta puntos vulnerables, incluida la entrega de materia prima a precio de regalo, como en venta de garage, interpretada por los especialistas como el peor negocio para Pemex y el mejor para la iniciativa privada, indicio del proceso de privatización gradual de la paraestatal.
Cuando llegue el momento, seguro es que la presa agraviada habrá de cobrarse la afrenta.
Ya se verá.
Archivo muerto
Marian es su nombre. Agraciada, talentosa, nació con buena estrella, suerte de triunfadora y ganas de alcanzar el cielo. Así llegó al Ayuntamiento de Coatzacoalcos, apenas iniciado el año, con una firme intención: tener un empleo requetebién pagado y, sobre todo, descansado. Lo logró cuando muchos pasaban a integrar las filas del desempleo, cesados por la mano del alcalde Marco César Theurel Cotero. Marian se quedó y se quedó como reina. Tiene un padrino de oro, el jefe de Recursos Humanos, Jesús Herrera Caro, miembro honorífico de la pandilla xalapeña que instaló el presidente municipal en áreas clave del Ayuntamiento. Marian tiene un seguro de empleo por tres años, usurpando una plaza de trabajo que no se ganó en campaña, desplazando a viejos sindicalizados y a sindicalizadas viejas. Marian, protegidísima de don Jesús Herrera Caro, es tema para el líder de los empleados municipales, Jorge López Ríos, defensor de los derechos de su gremio, intransigente cuando de respetar la ley y el contrato de trabajo se trata. ¿Será que tenga tamaños para exigir su renuncia o hay complicidad manifiesta? Por lo pronto, Marian, de la mano de su influyente padrino, Jesús Herrera Caro, goza al máximo de su beca. ¿Lo sabrán en Xalapa?... Pobre Federico. Tantos disparates cometió, tantas locuras dijo, que no hace poco lo llamó el gobernador Javier Duarte y así, tajante, sin mayores rebuscamientos, lo conminó a callar, a parar ese desenfrenado afán protagónico, su muy particular carnaval de declaraciones amenazantes. Y es que el regidor Lagunes, no bien pisaba el palacio municipal, se transformó en el edil lenguaraz, bloquiflojo, hablador, ignorante, que amagó con proceder legalmente contra quienes realizan construcciones en lo que fueron áreas verdes, sin reparar en que el artífice de esa venta de espacios municipales fue su patrón y amo, el ex alcalde Iván Hillman Chapoy. Federico Lagunes atizó el fuego contra su compadre, el ex alcalde Marcelo Montiel Montiel, por la basificación de 208 empleados de confianza; arremetió contra todo y contra todos. Sintió ser el dueño del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, impune e inmune, superior al alcalde Marcos Theurel. Un día, hará un par de semanas, lo llamó a Xalapa el gobernador Javier Duarte. Sin mayores preámbulos lo instó a callar, evitar la confrontación, no hostigar a grupos rivales al interior del PRI, a no propiciar un Coatzacoalcos ingobernable. Quizá el regidor Lagunes ignore a Duarte. Hueco de ideas, soberbio como es, concibe al gobernador sólo como un empleado de Fidel Herrera. Por lo pronto, sin embargo, ya ligó su primer regaño oficial y la exigencia de hablar poco o no decir nada. Si se trata de decir algo inteligente, el regidor Federico Lagunes se sabe muerto… Corría el año 2009. Próximas las elecciones federales, el círculo fidelista operaba con la burocracia en pleno y con el dinero a manos llenas. Un día un vehículo asignado a la Secretaría de Comunicaciones del gobierno de Veracruz fue detenido por la PFP en una autopista del centro de la entidad. Revisado en cada centímetro, le fue hallado un buen fajo de billetes y una torpe explicación: son del secretario Theurel. “No —dijo vía telefónica un operador político, militante del PRD, vinculado en todo a los priístas—. Son de ‘Papi-rey’. Te pido que le corras un buen trato”. Hablaba con un fiscal de apellido Caballero, quien de inmediato pidió el 10 por ciento para allanar el camino y borrar el reporte. Así se acordó y el chofer del secretario continuó su camino. Aquellos fajos de billetes sumaban más de 5 millones de pesos. Su origen se hallaba en un diezmo pagado por contratistas y que servirían para alimentar las campañas del PRI a diputados federales. “Papi-rey” quedó aliviado tras la liberación del vehículo y de la cuantiosa suma que la PFP estimaba era dinero de procedencia ilícita. “Papi-rey” pudo dormir tranquilo… Se aplaza el nombramiento de Angel Perea en Olmeca TV Al ex gerente de Cablemás se le contempla como nuevo director del canal televisivo, pero la filtración de su nombre motivó cambio de planes. Mientras, Olmeca TV seguirá operando en piloto automático. Da lo mismo que cuando Sergio Plata era director del canal y no arrojaba resultados…