Todo el aparataje propagandístico de Marco César Theurel Cotero resulta inútil frente a los estragos que le inflige su mala, pésima fama, fama de violento que distingue al alcalde de Coatzacoalcos.

Theurel tiene cara de buena gente, pero en el fondo es irascible, marcadamente intransigente, obcecado y, en grado extremo, rencoroso.

Cuando era un don nadie de la política, segundón en el equipo de Marcelo Montiel Montiel, su padrino, solía agachar la cabeza, tragar camote y rumiar rencores cada que debía acatar los deseos y caprichos de su guía y mentor. Era un títere de Montiel, un títere de lujo, el más a modo.

Hoy es otro. Desde la presidencia municipal de Coatzacoalcos, cobra facturas políticas y arremete contra amigos y enemigos por igual, montado en el ilusorio escenario de que detenta el poder.

Así, el jueves 3, Marcos Theurel dio una pincelada más al retrato de su inmadurez política. Ese día, ordenó el desmantelamiento de 14 viviendas en la zona ecológica adyacente al parque Alameda, situado al poniente de Coatzacoalcos, con el señuelo de combatir una invasión de un área protegida.

Generado el alboroto, irritados los vecinos, lo menos que exigían era que se les mostrara la orden de desalojo o la resolución de un juez para proceder contra los colonos. Las escenas grabadas en video y el testimonio de los reporteros que cubrieron la refriega, evidencian un acto de autoritarismo, la prepotencia de la autoridad y el uso desproporcionado de la fuerza pública.

Pudo también observarse cómo la maquinaria del Ayuntamiento destruía cuatro viviendas de material y otras diez de lámina, y la detención de colonos que exigían que les fuera exhibida la orden judicial de desocupación.

Aquel episodio le acarreó protestas y denuncias penales en las que se haya involucrado el propio alcalde Theurel; su secretario de Gobierno, el marcelista intermitente Jesús Moreno Delgado; personal de Obras Públicas, y la policía intermunicipal, por el daño en propiedad ajena.

Theurel es, además de torpe, maniqueo. Un día después su área de comunicación difundió un comunicado de prensa plagado de inconsistencias: confunde la colonia Esmeralda de la Esperanza con la colonia Esperanza Azcón; afirma que se trata de un área invadida; sostiene que el parque Alameda es una zona municipal. Asegura que por instrucciones del alcalde de Coatzacoalcos los colonos serán reubicados en terrenos del Instituto Veracruzano de Desarrollo Urbano Regional y Vivienda (INVIVIENDA)

Poco de eso es cierto. El desalojo se concentró, no en la colonia Esmeralda sino en la Fidel Herrera Beltrán, que hoy es un bastión del Partido Acción Nacional; la colonia Esmeralda de la Esperanza, priísta y que le dio una abultada votación en la elección del 4 de julio de 2010, no es irregular sino un área legalmente constituida, según confirmación del Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación, con sede en Villahermosa, Tabasco.

Quizá Theurel tampoco sepa que el parque Alameda es propiedad privada. El terreno donde se ubica nunca le fue expropiado a su antiguo dueño, Manuel Fausto Martínez, ni se pagó un centavo por él cuando se le habilitó como basurero municipal, previo a que indebidamente se convirtiera en área ecológica.

Técnicamente, Marcos Theurel incurrió en un atropello mayor al arremeter contra colonos y destruirles sus viviendas sin tener facultades, con el pretexto de proteger un terreno que continúa siendo propiedad privada.

Presa de sus errores, hoy está denunciado penalmente. Así seguirá mientras aprende a ejercer el poder… si es que aprende.

 
Archivo muerto
 

Semana crucial en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos. Marcos Theurel Cotero intentará consumar el mayor endeudamiento de que se tenga memoria en la historia del municipio. Propondrá al cabildo que le sea autorizado suscribir un crédito de 280 millones de pesos con una institución bancaria, so pretexto de realizar obra pública, que son en el fondo, negocios encubiertos, diezmos pagados por contratistas, desvío de recursos a campañas políticas y enriquecimiento más que explicable de funcionarios públicos. 280 millones de pesos es una cifra escandalosa, un pecado político peor del que Theurel y sus aliados acusan a su antecesor, Marcelo Montiel Montiel, quien le heredara una deuda bancaria de 270 millones de pesos. Marcos Theurel requiere de mayoría calificada en el cabildo, o sea 10 votos; cuenta con 9 (alcalde, síndico y seis regidores son del PRI y el regidor del Partido de la Revolución Democrática, Ricardo López Carrera, que se cotiza en lo que pesa), pero espera que dos regidores del Partido Acción Nacional le entren al megabillete que les ofrece y le concedan su voto. Remedo de Fidel Herrera Beltrán, su padrino de chueco, Marcos Theurel no muestra escrúpulos para empeñar el futuro de Coatzacoalcos. Fidel lo hizo con Veracruz, vía las bursatilizaciones que terminarán de pagarse dentro de 30 años; Marcos lo hace a través del endeudamiento bancario. Esta semana será clave para consumar la fechoría… A punto, el despegue del municipio de Agua Dulce. A marchas forzadas se trabaja en el acondicionamiento de áreas habitacionales para el personal especializado que dirigirá los trabajos de producción en ocho pozos del Activo Cinco Presidentes, yacimiento del cual se espera extraer un considerable número de barriles de petróleo. Con la llegada de personal de Petróleos Mexicanos y de empresas contratistas, es promisorio el futuro de Agua Dulce. Han arribado decenas de vehículos para el trasporte de personal y para los traslados de la parte ejecutiva. Se prevé un repunte económico sin precedente en aquel municipio… ¿Quién es ese alcalde de Veracruz cuya imagen desnuda aparece en un retrato, obra de una pintora chiapaneca? Quienes lo conocen dicen con cierto filo que aquella melcocha de colores no tiene nada de artístico y que el personaje lo único que pretendía era revelar sus tendencias pornográficas al exhibir sin más ni más las talegas y el piolín, o sea sus minimiserias. En esos tiempos no imaginaba que algún día sería presidente municipal y que estaría expuesto al escrutinio de la sociedad. ¿Quién será?…  Migajas, no negocios, lo que suelen recibir los regidores de oposición en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos. Hubo quien fue concesionario para la reparación y mantenimiento de todas las máquinas de escribir; otra regidora tuvo su fábrica de ladrillos, cuya manufactura le costaba al erario; una más insertó a su hermano como contratista y proveedor, quien le compartía las utilidades de la empresa; otro hacía reparaciones en alumbrado público; una más calló que operaran dos rastros clandestinos, sin vigilancia médica y sin constatar la calidad del producto. Ricardo López Carrera, regidor del Partido de la Revolución Democrática, ya inició su paso por los negocios que provienen de su alineamiento con el alcalde Marco César Theurel. Uno de ellos, el primero de muchos, es la construcción de féretros en el taller de carpintería municipal. No se trata de cajas de muerto de lujo sino elaboradas con madera de pino, vendidas a bajísimo precio, pues sólo los económicamente abatidos pagarían por algo así. Luego les cuento de las comidas y borracheras del alumno más aventajado del ex regidor Alejandro Wong Ramos en el restaurante El Trocadero, auspiciadas por Pulgoso Lagunes, con cargo al erario público. Así funciona la industria de la planchada…