Miguel Angel Yunes ya subió al ring al gobernador Fidel Herrera Beltrán. Lo asedió, cuestionó la política social del régimen fidelista, evidenció la quiebra financiera de Veracruz y arrancó del mandatario estatal un reclamo velado por las embestidas yunistas que evidencian la terrible tragedia provocada por el proyecto fiel. Ayer, Fidel Herrera cedió a los embates. Llamó “personaje oscuro” al director del ISSSTE. Le imputó que desde hace seis años ha intentado denostar su imagen y advirtió que las principales calificadoras financieras avalan la política económica del gobierno de la fidelidad y a Veracruz como un estado que recibe inversión. En un lapso de cuatro meses, Yunes Linares ha tocado tierras veracruzanas y, cifras en mano, datos del INEGI y del Consejo Nacional de Evaluación ha descrito la debacle estatal. Pobreza, analfabetismo, marginación son algunos de los rubros en los que Veracruz puntea en el escenario nacional. El grado de escolaridad promedio es el segundo de secundaria; las evaluaciones de aprovechamiento escolar dan pena; la economía está dominada por el subempleo. Existe una desigualdad cada vez mayor; la riqueza se acumula en unos cuantos bolsillos. Peor aún, Yunes Linares ha alertado sobre los alcances de la bursatilización de recursos provenientes de la tenencia vehicular. Fueron usados para las campañas del PRI, acusó, y para sostener el aparato burocrático. La nueva bursatilización de participaciones federales provocará que Veracruz se convierta en la entidad líder en endeudamiento a nivel nacional. Al final del sexenio fidelista, la deuda de Veracruz será de 35 mil millones de pesos, pagadera a 30 años, hipotecado el futuro, hipotecados los próximos cinco sexenios, atados de manos los próximos cinco gobernadores.
Fidel Herrera lo enfrenta sesgadamente. No lo llama por su nombre. “Personaje oscuro” le llama, según nota de la firma e-consultas. Refiere la información: “Dijo que esto es parte de una campaña de un personaje oscuro de la política –sin precisar nombres- que durante más de seis años ha intentando denostar su imagen. “¿Cuánto quiere que le preste?, —bromeó—. Hay empleos, llegan nuevas inversiones, tenemos calificaciones crediticias muy altas que son las que consideran las calificadoras, no se a que se refiera. Hay una campaña de un personaje oscuro que todo el tiempo ha venido diciendo esto desde hace seis años, pero eso los hechos lo han dejado atrás como lo va a dejar la historia. Esa es otra historia. Hablemos de cosas buenas”.
Falso. La calificación crediticia de Veracruz no es buena, como asegura el gobernador Fidel Herrera Beltrán. Standar & Poors, la calificadora financiera sostiene: “Una vez que se concrete la propuesta emisión de deuda hasta por 6 mil 800 millones de pesos, el nivel de endeudamiento del estado podría rebasar el 70% de sus ingresos discrecionales anuales que estimamos para 2009, nivel considerablemente mayor al 40% reportado al cierre de 2008”. Más claro ni el agua.
Fidel Herrera está comiendo lumbre. Veracruz, según cifras oficiales, vive una tragedia social. Los pobres son más pobres y los ricos más ricos. En Coatzacoalcos, tercer municipio en importancia política, segundo en presupuesto, hay 11 mil analfabetas. En las zonas serranas la marginación va en aumento. Tenemos 25 municipios entre los más pobres del país. El nivel escolar es patético. Yunes Linares asestó un dardo cargado de veneno: la bursatilización y lo que le cuesta a los veracruzanos. Provocará el peor endeudamiento de la historia de Veracruz: 35 mil millones de pesos. La bursatilización es deuda, reconocido así por la Bolsa Mexicana de Valores (ver boletines de esta institución). La bursatilización es un negocio de 258 millones de pesos, un botín que se robarán unos cuantos. Yunes ya lo logró. Fidel se puso los guantes y le espera una felpa de antología.
Archivo muerto
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