Trae locos Héctor Yunes Landa a sus enemigos. Viene a Coatzacoalcos, suma adeptos y pone al aparato de gobierno en estado de alerta. Va a Minatitlán, a sus congregaciones, y genera una cacería de brujas contra quienes lo siguen.
Se ha convertido en un priísta irreverente. Sabe que Fidel Herrera no le concederá la candidatura del PRI a gobernador de Veracruz; que para obtenerla hay que regatearla, proponerse en otros niveles de poder y forzar un acuerdo negociado. Yunes Landa tiene dos empresas de alto riesgo: golpetear al diputado federal Javier Duarte El Gordo de Ochoa para evidenciarlo como un apestado entre los priístas, y generar consensos y apoyos de las corrientes que pesan en el PRI para hallar condiciones que le permitan obtener el respaldo de las cúpulas de poder para proyectarse hacia el gobierno veracruzano. Su visita a Capocán y Mapachapa, dos congregaciones de Minatitlán, provocó urticaria entre los operadores de la fidelidad. Detectados los organizadores, sufrieron acoso, la amenaza sutil y la promesa de que esa afrenta no quedaría así. Ayer llegó a Coatzacoalcos. Tuvo cena privada, desató el proselitismo prohibido, cosechó apoyos y posicionó una alternativa para los priístas que de entrada ni son fieles ni tragan a Javier Duarte.
Su muestreo, sin embargo, va más allá de lo circunstancial. Tiene trazado el plan de impedir que Fidel Herrera gobierne a Veracruz seis años más imponiendo a su delfín, el joven Duarte de Ochoa. Cuando Héctor Yunes constató que el gobernador Fidel Herrera no le permitiría ser candidato a la gubernatura, que pretendía impulsar a un joven priísta, marioneta por vocación, maleable políticamente, sumiso y servil, tomó la decisión de andar por la vía libre. Gritó en el Congreso, en el trance de dejar el liderazgo de los diputados priístas, que pretendía gobernar Veracruz. Quizá Héctor Yunes no sea la panacea priísta. Quizá sus compañeros de partido lo vean obsesivo, poco sincero y hasta cierto punto ambicioso. Pero tiene algo que le aporta puntos a su proyecto: convergen en él voluntades de miles de integrantes del PRI que no quieren a Javier Duarte en la candidatura al gobierno de Veracruz. Movido por esa circunstancia, Yunes Landa ha tomado la delantera. Tendrá el voto de los priístas que ven a Javier Duarte como intruso, sin carrera política, sin empaque para ser gobernador, sin voluntad y sin clase. Tendrá, también, el voto de los priístas que hace tiempo se empalagaron con la fidelidad y saturaron su paciencia y su capacidad de aguante, y que no están dispuestos a colaborar para que Fidel Herrera concrete su proyecto de poder transexenal, en agravio de la sensatez y de la mesura política. Yunes Landa lleva la delantera. Por eso Fidel lo combate.

Habrase visto semejante mafufada: dice  Jesús Antonio “Tony” Macías Yazegey, el suegro incómodo del diputado Javier Duarte de Ochoa, que en el Parque Tecnológico Puerto México operan ocho empresas, entre ellas Frutas y Verduras de Veracruz (FYVER), que es de su socio Nicolás Amadeo Hernández Madrid; Autobuses de Oriente (ADO); la productora de pan Bimbo; la gasolinería Servicio Oteapan; General de Abastos; Palacio de Justicia Federal; Palacio de Justicia Estatal, y una iglesia. El suegro incómodo del Gordito Duarte lo declaró así el 25 de septiembre al periódico Liberal del Sur. ¿Pues no que el PTPM era un proyecto a desarrollarse en un área para industria ligera? Así lo contempla el Plan de Desarrollo Municipal ¿Qué tipo de industrias son el palacio de justicia federal, el palacio de justicia estatal y la iglesia cristiana? ¿Se habrá percatado Tony El Incómodo de las barbaridades que anda diciendo? Mañana, aquí, en este espacio,  tendremos sesión de hemeroteca para recordarle al suegro del diputado Duarte de Ochoa que hasta para mentir y ofrecer lo que no se  va a cumplir, hay que tener gracia… Mariano Moreno Canepa lleva en la piel el sello de la casa. A sus críticos les hace gestos, pero a sus espaldas; infama desde las sombras y tiene el don de la intriga. No le importa dónde ni cuándo; simplemente gesticula, arruga el rostro y actúa como los monos cilindreros de circo. Nunca da la cara. Es su estilo; el síndico del Ayuntamiento de Coatzacoalcos nunca ha sabido encarar a quienes le frustran proyectos políticos, aventuras partidistas y, menos aún, a quienes lo mantienen en la congeladora. Dirige, auspicia ataques con la mano ajena, invariablemente sin efectividad alguna. Es, sin embargo, un mar de torpezas. Deja huellas, rastros de su inmunda conducta. Son las pistas que lo van a reventar en el ámbito judicial… Se confirma el argumento yunista: Veracruz tiene un nivel escolar deplorable. El resultado de la prueba enlace, implementada por la Secretaría de Educación Pública, arroja cifras adversas al jolgorio fiel. El 97 por ciento de las escuelas primarias oficiales tuvieron un rendimiento insuficiente y elemental. En Veracruz fueron evaluadas 9 mil 700 escuelas primarias oficiales; de ellas sólo 270 tuvieron puntajes satisfactorios en las pruebas. A nivel secundaria, el resultado es peor. Evaluaron a 2 mil 903 escuelas y sólo 46 alcanzaron un buen puntaje. A eso se refería Miguel Angel Yunes Linares cuando abrió en canal al gobierno de la fidelidad; cuando aseguró que la crisis de educación salta a la vista; cuando dijo que el promedio de educación es apenas de segundo de secundaria. Veracruz fue un estado líder en educación. Hoy, Veracruz es un estado decadente, atrapado en la simulación. Yunes Linares, contra lo que digan sus enemigos, tenía razón…