Escudriñar más allá del suceso noticioso; hallar la verdad oculta, el secreto de Estado y desentrañar los misterios de la vida pública, conforman las motivaciones que han impulsado a un sector de la prensa al desarrollo del periodismo de investigación. Bajo el título Periodismo de Investigación, la Nueva Ruta, este columnista ofreció ayer una conferencia a estudiantes de la Universidad Istmoamericana en los que se resalta la razón para ir más allá de la noticia cotidiana, la trascendencia del rigor informativo y los elementos que debe observar el reportero para obtener el dato inédito, la verdad no revelada, así como las conductas de los reporteros para asumirse como periodistas investigadores.
A continuación algunos párrafos de dicha conferencia:
“¿Qué entendemos por periodismo de investigación? ¿Quién tiene la potestad de categorizarlo así? ¿El periodista, su jefe de redacción, el medio para el que trabaja, los intelectuales o las sociedades actuales? ¿Existe el periodismo de investigación como tal? ¿Es acaso un nuevo género en el mundo de la comunicación? ¿Es la expresión superlativa y más acabada, la pieza artística de esta profesión, de este oficio, de esta forma de expresión, de este instrumento de la sociedad para generar cambios históricos? ¿O simplemente es un mito? “Bien dice Federico Campbell, periodista-escritor, que el periodismo de investigación es un pleonasmo. El periodismo es, en sí, la búsqueda de la verdad, el retrato de los hechos de interés público, el reflejo de la realidad.
“Por eso, cuando Federico Campbell define al periodismo de investigación lo hace con la intención que el tema merece.
“Se supone —dice Federico Campbell en su libro Periodismo Escrito— que todo periodismo es de investigación. “Señala también que ‘en la práctica de todos los días o todas las semanas no se tiene el tiempo suficiente para ir a fondo en la investigación de un tema’. No todos los periodistas están asignados en las redacciones de sus medios a tareas investigadoras. Hacerlo, ‘exige la minuciosa revisión de archivos, el análisis de documentos, el seguimiento y cotejo de ciertos datos y al final un trabajo de redacción en el que el periodista sabe jerarquizar y organizar por escrito su material dentro de un contexto justo y significativo’.
“Y tiene Federico Campbell una definición tremendista para quien termina asumiendo esa función social que implica un compromiso mayor: “El periodista investigador más que a un detective se parece a un historiador.
“MAS ALLA DE LA NOTICIA
“Periodismo es sinónimo de investigación. No existe periodismo si no se acude a la investigación. Nos dicen en las aulas universitarias que la noticia se confecciona a partir de un hecho noticioso, de un suceso de interés público, de aquello que atrae la atención de todos, de aquello que define el avance de la sociedad o sus rezagos. “Y eso está bien para el medio cuyos límites están determinados por la tarea informativa sin mayor compromiso, que concluye cuando se comunica la noticia sin atender al día siguiente las consecuencias de este suceso periodístico. O como dicen los viejos maestros del periodismo, sin seguir la nota, sin darle continuidad. “A menudo, los jefes de información y los reporteros se enfrentan al dilema de identificar qué es noticia y qué no lo es; cuándo un hecho es de interés general y cuándo le atañe únicamente a quienes lo protagonizan, pero sin incidir en el desarrollo de nuestra comunidad. “Cuando un fenómeno de comunicación reúne características excepcionales, tiene sustancia y es informativamente jugoso, podrá ser aprovechable para el periodismo de investigación.
“Pasamos así de las preguntas básicas de la tarea periodística a un producto más elaborado, que invariablemente se nos presenta como el gran reportaje, sacudidor de masas sociales, de comunidades enteras, de esferas de poder. “En el reportaje se expone con mayor fuerza el periodismo de investigación, gracias a la evidencia documentada, al cúmulo de datos, a la habilidad para armar el rompecabezas informativo, a la aplicación de la lógica para comunicar y fijar ideas en el lector.
“LOS ENEMIGOS DEL PERIODISMO DE INVESTIGACION
“Más allá de los grandes escollos que pueda representar ahondar en la noticia —la cerrazón de las oficinas de gobierno, la invulnerabilidad de la iniciativa privada, la prepotencia del político de partido y del servidor público—, los principales enemigos del periodismo de investigación están en el periodista mismo. “Sus rostros, su cara visible, son la apatía, la falta de iniciativa, el desinterés, la impreparación, el rechazo a la lectura, el conformismo, la mordida, el embute, el chayote, la dádiva oficial que mediatiza voluntades. “Un periodista que no lee es un periodista a medias o un simulador profesional. La lectura de los temas cotidianos, de la realidad inmediata, de la noticia publicada en otros medios, es básica para conocer el terreno en que se camina. “El ímpetu para conocer más allá de la noticia, para llegar al tuétano de los temas de interés público, es elemento fundamental para el diseño mental del periodismo de investigación. “Ese ímpetu y la intuición personal para detectar dónde se gestan los grandes agravios sociales, son la base del éxito periodístico. “La solvencia moral del periodista, su ética, su solidez de ideas le permitirán rechazar el asedio de quienes desde las oficinas de prensa, dinero en mano, intentarán frustrar el impacto el reportaje documentado, producto de la investigación a fondo.
“Es en el periodismo de investigación donde se gestan los cambios sociales, donde se cimbra a las cúpulas de poder y donde se conmueve a la nación, a un estado o a un municipio”.