* Liquida Calderón a Luz y Fuerza del Centro  * El conflicto no es económico  * Protege Calderón el negocio de la fibra óptica para empresa española  * Canales Clariond y Martens, socios mayoritarios  * Duarte, uno de los 15 vicecoordinadores de los priístas  * No es el dedo chiquito de Francisco Rojas  * Es diputado del montón  * Le fallaron los tubulares a Sánchez Abreu

 

Lupita Porras lo logró. Llevó a la bancarrota al Ayuntamiento de Minatitlán, lo sumió en un conflicto judicial por el servicio de limpia pública y enfrenta una deuda de más de 160 millones de pesos por la rescisión del contrato con la empresa Comunicaciones Cibernéticas, titular de la concesión para la recolección y procesamiento de basura.
Hace un par de días se confirmó su derrota en los tribunales por la demanda por daños e incumplimiento que le interpuso hace un año el empresario Julio Aldana Prieto, propietario de Comunicaciones Cibernéticas, a quien doña Lupe Porras bloqueó con el mayor desparpajo, sobrada de altivez y prepotencia, hasta impedirle que pudiera desarrollar el contrato para el servicio de limpia pública. En noviembre de 2008, la alcaldesa admitió que el Ayuntamiento de Minatitlán se hallaba demandado por Julio Aldana por 179 millones de pesos, pero, soberbia al fin, derivaba la responsabilidad del conflicto en su antecesor en la presidencia municipal, Raúl Morales Cadena, del que afirmaba había otorgado una concesión el términos inaceptables, pagando un estimado por la recolección que afectaba las finanzas del municipio.
De ahí se agarró para sacudirse la responsabilidad. Orquestó campañas de prensa contra Comunicaciones Cibernéticas. Saboteó la recolección de basura y se dijo sorprendida de que Julio Aldana se hubiera llevado las unidades de limpia pública. Orgullosa sin causa, se burló en múltiples ocasiones de Julio Aldana y auguró que el fallo judicial sería favorable al Ayuntamiento de Minatitlán. Su alegría y su prepotencia sufrieron este fin de semana un golpe demoledor cuando el Tribunal de lo Contencioso Administrativo falló a favor de Comunicaciones Cibernéticas y de no acatar el fallo tendrán que pagársele 160 millones de pesos, equivalentes al monto que obtendría al término de la concesión de 15 años.
Doña Lupe Porras es irremediablemente torpe para tomar decisiones. Su único argumento fue que “no podemos acceder a pagarle al señor Aldana un dinero que no tenemos, resultaría un fraude para la población, por lo que se tiene que finiquitar, no se puede continuar con el gasto; él aduce que por eso no cumplía con el servicio”. Decía eso en descargo por su falta de pericia política. De por sí enredada políticamente, la alcaldesa minatitleca ha sido un cero a la izquierda en el manejo financiero del Ayuntamiento. Terminó tan mal el ejercicio 2008, que tuvo que solicitar la aprobación de recursos por parte del Congreso del Estado de Veracruz. Sus regidores la cuestionan a diario. Lucra con la ayuda cuando hay que atender a damnificados y desaparece recursos con habilidad de ilusionista. Llevar a la bancarrota al Ayuntamiento de Minatitlán no era fácil, pero ella lo logró.

Felipe Calderón Hinojosa terminó de matar al PAN. Extinguió la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, que suministraba energía eléctrica al Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Morelos e Hidalgo, no por razones económicas sino como parte de una embestida contra el Sindicato Mexicano de Electricistas. El SME es un sindicato combativo, sólido y que no le permitía al gobierno federal trastocar los derechos de sus agremiados. En entrevista con la revista Proceso, su líder Martín Esparza Flores, reveló que el conflicto con la dirigencia sindical, a la que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social le negó la toma de nota, o sea el reconocimiento oficial, obedece al control de una red de más de mil 100 kilómetros de fibra óptica. Ese título de concesión lo solicitaban la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y el Sindicato Mexicano de Electricistas, pero el régimen panista ya lo tenía comprometido para una compañía española, WL Comunicaciones S.A. de C.V, cuyos socios mayoritarios son los ex secretarios de Energía, Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens. Lo que representa esa concesión puede traducirse en miles de millones de pesos; permite suministrar servicio de imagen, datos y audio —el llamado triple play— como el que ofrecen empresas como Cablemas, Telmex, Televisa, etc. De ahí, la negativa de la STPS a otorgar la toma de nota a la planilla ganadora de la elección en el SME, independientemente de que se trata de un sindicato que ha parado de cabeza a gobiernos federales priístas y panistas. Ahora se esperan 66 mil amparos de trabajadores electricistas, mientras el Presidente Calderón ofrece indemnizaciones de 33 meses de salario y hasta capacitación para que los agremiados del SME integren compañías y ofrezcan sus servicios. Es decir, primero les quita el empleo y luego los apapacha. Cinismo político puro… Mucho ruido y pocas nueces. Javier Duarte de Ochoa no es el flamante vicecoordinador de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados, ni el dedo chiquito del líder tricolor en San Lázaro, Francisco Rojas Gutiérrez. Es uno de los 15 vicecoordinadores priístas y, para colmo, comparte su “Vicecoordinación de Acuerdos del Consejo Consultivo”, con el diputado Ramón Ramírez, del estado de Hidalgo. O lo que es lo mismo, se quedó entre el montón. Y para eso tanta alharaca… Le fallaron al líder del PRI, Juan de Dios Sánchez Abreu, los corredores de autos tubulares, en un evento con el que el tricolor continuaría con su labor para acercarse a las clases mayoritarias de Coatzacoalcos. De 25 propietarios de tubulares que se comprometieron a asistir a la presentación en la sede priísta, el sábado 10, sólo asistieron dos. El malestar del líder del PRI local era evidente y le sobraban razones para echar espuma por la boca…