“El que más tiene más quiere”
es defecto terrenal,
que parece natural
en quien riquezas prefiere.
Al infortunio lo hiere
con su proceder obsceno.
Sin embargo muy sereno
de tal obsesión me río,
porque “Dios me dio lo mío
para no envidiar lo ajeno”.
“Habló el buey y dijo mu”
tuvo buenas intenciones,
pero con limitaciones
que le puso Belcebú.
Mira en ese ejemplo tú
para no pasar la raya.
El ser callado no falla
que no es hablar por hablar,
pues en milagro sin par
“Dios habla por el que calla”.
“Dios tarda pero no olvida”
teniendo plena confianza,
la llama de la esperanza
conservarás encendida.
En el curso de la vida
giramos como veletas,
pero lecciones completas
de arriba nos han de dar,
“Cuando Dios dice a fregar
del cielo caen escobetas”.
“El que venga atrás que arree”
tú mejor no te compliques,
que por mucho que te apliques
siempre hay alguien que pelee.
Quien sobresalir desee
demuestre su condición.
Yo en tan alta dimensión
no me aflijo ni me arredro,
“Qué culpa tiene San Pedro
que San Pablo sea pelón”.