Se tiene estricto control
de manera singular,
por violencia familiar
en la gente del beis bol.
Caer en ese crisol
tan solo por tonterías,
además de antipatías
y alguno que otro enemigo,
se ganará un buen castigo
el buen pitcher Julio Urías.
.
Se efectuó su detención
el domingo por la noche,
aunque de fianza dio un moche
ya hay una investigación.
Desafortunada acción
que habrá de acarrearle males.
Según las leyes actuales
tendrá cárcel sin excusa,
si su cónyuge le acusa
de lesiones corporales.
El zurdo de Culiacán
magnífico lanzador,
tiene un problema mayor
que le explota cual volcán.
Se convierte en un rufián
que no sabe de sosiegos.
Por no controlar sus fuegos
y a su pareja hacer daños,
ya estuvo hace cuatro años
suspendido veinte juegos.
No podrá dormir tranquilo
pues sin lesiones ni intrigas,
su carrera en grandes ligas
está pendiendo de un hilo.
Se le ha acabado el pabilo
que alumbró su acontecer.
Enseguida podrá ver
la terrible consecuencia,
de practicar la violencia
en contra de una mujer