Evaluación periférica
en la que nos fue muy mal,
por la Agencia Federal
de Aviación de Norteamérica.
Auditoría numérica
fue tan rotunda que nos,
impuso como adiós
de manera casi etérea,
en seguridad aérea
la categoría dos.
Pero se llegó el momento
de ver nuestros intereses,
después de veintiocho meses
que fueron de estancamiento.
Todo un acontecimiento
el mostrar capacidad,
buscando oportunidad
de horarios y conexiones,
al cumplir observaciones
respecto a seguridad.
Ya que se ha recuperado
la categoría uno,
es el momento oportuno
de mejorar el mercado.
Nuevas rutas se han planeado
mirando otras perspectivas.
Frecuencias y alternativas
para millones de usuarios
y sin los retrasos diarios
tarifas competitivas.
Aeronáutico sector
este logro lo celebra,
por ser punta de la hebra
de un desarrollo mejor.
Más empleos de rigor
en servicios y turismo,
tomar el protagonismo
en cuanto a seguridad,
logrando la calidad
sin hacer mercantilismo.