La Fiscalía General
de la República expresa,
que su caso no progresa.
en la cuestión judicial.
Pues de manera parcial
el juicio se desarrolla.
El Juez mucho más lo embrolla,
al no aceptar por ser raras,
veinticuatro pruebas claras
contra de Emilio Lozoya.
Enfrentan nuevos trastornos
para demostrar ahora,
de Odebrecht la constructora
los millonarios sobornos.
Se revisan los contornos
de las pruebas en cuestión.
Tribunal de Apelación
rechaza su contenido,
por haberse conseguido
sin de un Juez la aprobación.
Esa decisión tomada
por jueces y magistrados,
que son de Lozoya aliados
pudiera ser impugnada.
Pemex o la UIF de entrada
ante práctica dudosa,
deben de forma imperiosa
meterlo al atolladero,
por lavado de dinero
y asociación delictuosa.
Por lo que se ve hay macolla
para arbitrajes innobles,
ya salió Rosario Robles
al rato Emilio Lozoya.
Toda confianza se abolla
por torcedura y dobleces.
Hemos visto tantas veces
acentuando nuestros males,
unos ineptos Fiscales
y muchos corruptos jueces.