“Cuánto tienes, cuánto vales”
es una sentencia hiriente,
donde lamentablemente
se resumen nuestros males.
Y si hemos de ser cabales,
sé de personas algunas,
que aprenden desde las cunas
este ingrato proceder:
“Al nopal lo van a ver
sólo cuando tiene tunas”.
“En el pobre es borrachera
en el rico es alegría”,
maneja la hipocresía
cada quien a su manera.
De forma falsa o sincera
del vicio renegarás.
Consejos escucharás
porque entre sabios galopas:
ven “Abandona las copas…
en los vasos cabe más”.
“Lo barato cuesta caro”
en súper tienda o bazar
a la hora de comprar
demuestra no ser avaro.
Te debe parecer raro
que todo mundo celebre.
Cuando de ofertas hay fiebre
sospechoso debe ser,
porque puede suceder
que te den “Gato por liebre”.
Los que “La beben de a cinco
y la platican de a diez”
exhiben su insensatez
con exagerado ahínco.
Esos tontos me los brinco
por falsear con tanto rollo.
Al engañar no hay escollo
y en su alarde se carcomen,
porque son de los que “Comen
frijoles y eructan pollo”.