Teniendo importancia tanta
en todo cristiano hogar,
debemos de recordar
los días de Semana Santa.
El corazón se quebranta
de su fuerza desprovisto,
en ningún modo está listo
a terrible sacudida,
que finaliza la vida
terrenal de Jesucristo.
En el recorrido vamos
por los días conmovedores,
con el “viernes de dolores”
luego el “domingo de ramos”.
Lunes santo y martes liamos
con miércoles santo en pena,
cuando Judas se condena
consumando su traición,
y al comenzar la pasión
jueves fue la última cena.
Viernes es considerado
poniendo extremo rigor,
de la semana mayor
como el día más sagrado.
De su herida en el costado
con una lanza romana,
un tal “Longino” se ufana
en la muerte de Jesús,
al ser clavado en la cruz
para redención humana.
Su ascendente trayectoria
hacia el reino celestial,
es regocijo especial
en el “Sábado de Gloria”.
Mas la acción consagratoria
de profunda reflexión,
se da en la culminación
de la religiosa hebra,
cuando el domingo celebra
día de la resurrección.