Otra vez, como acostumbra
el arzobispo parló,
al tiempo que presentó
un libro que nos alumbra.
Ahuyentará la penumbra
de tanta violencia actual,
de justicia, de moral
y muchos otros problemas,
pues tocó variados temas
monseñor Juan Sandoval.
Habló del padre Maciel,
de tapujos desprovisto
a Legionarios de Cristo
los dejó en cierto nivel.
Pero al referirse a aquel
juzgó de modo ecuménico,
que era un cerebro antihigiénico
pues por todo lo que hizo,
fue un insensato enfermizo
psicópata esquizofrénico.
La iglesia fue infortunada
y aquí siento que me crispo,
porque dijo el arzobispo:
su imagen quedó dañada,
aunque está recuperada
para sus funciones castas.
Con palabras entusiastas
la alaba sobremanera,
pero aunque negarlo quiera
sigue habiendo pederastas.
Quién dio muerte al Cardenal
Jesús Posadas Ocampo,
dice conoce en el campo
y al autor intelectual.
Aunque en forma racional
el silencio es menester.
Dijo, no se ha de meter
en compromisos mayores,
porque los ejecutores
están hoy en el poder.