El día veintiuno de abril
se ha cumplido una centuria
en que la ciudad con furia
fue atacada en forma vil.
Con argumento pueril
usaron como motivos,
unos marinos cautivos
que soltaron de inmediato,
pero sirvió de alegato
a reclamos abusivos.
A ejército nacional
mandaron hacia otros planos
y los norte americanos
vieron su intrusión triunfal.
Pero calcularon mal
pues la heroica valentía,
de un osado policía
que los retó cara a cara,
fue el aviso que esperara
toda la ciudadanía.
El ataque a nuestro puerto
no parece tan lejano,
que suelo veracruzano
se vio de sangre cubierto.
Población en desconcierto
con asombro y sobresalto,
pero con la frente en alto
al mirar al invasor,
se decidió con valor
a repeler el asalto.
Vayan recuerdos cumplidos
al sastre y al panadero,
al igual que al mensajero
como héroes desconocidos.
Hoy los marciales sonidos
desgarran el pecho abierto,
pues largo camino incierto
supo resistir estoica,
la cuatro veces heroica
Veracruz, ciudad y puerto.