El flamante senador
Pepe Yunes dio su informe,
con un auditorio enorme
en número abrumador.
No  asistió el gobernador
pero envío un representante,
al que de forma elegante
le pidió dar sus saludos,
sin mostrar modales rudos
ni notársele farsante.

 

Para el que mensaje atrape
en político vaivén,
sabe que esto fue más bien
prácticamente un destape.
Pues ya empezó el zipizape
en que con mucho furor,
empiezan a hacer labor
y en decisivo aparato,
se les nombre candidato
para ser gobernador.

 

Es el popular criterio
que en las cosas de cuidado,
él siempre se había portado
como un político serio.
Pero revela un misterio
con su discurso vacío,
que es puro palabrerío
conque nos quiere engañar
y del país ocultar
el panorama sombrío.

 

Sus costosos comerciales
en la radio y en la tele,
hacen que se nos rebele
la verdad de nuestros males.
Porque los problemas reales
los convierte en espejismo.
Dice en grosero optimismo
que el país ya tiene rumbo;
ante su audacia sucumbo,
ha de ser, rumbo… al abismo.