De Ayotzinapa los ruidos
se ampliaron a todos lados,
por los seis asesinados
mas los desaparecidos.
En estudiantes unidos
conciencia se despertó.
De tal modo se extendió
el dolor que desquebraja,
que de California Baja
llega hasta Quintana Roo.
Esto se ha vuelto exigencia
en la calle, en las escuelas,
en los padres, las abuelas,
que ya han tomado conciencia.
Cada vez más la impaciencia
se aprecia por todos lados.
Los familiares cansados
de requerir la verdad,
sin que alguna autoridad
les ofrezca resultados.
Se piden vivos y sanos
normalistas estudiantes,
que los presenten como antes
completos de pies y manos.
Juegos centro americanos
plenos de gracia y color,
proyectan al exterior
un semblante muy feliz
y son dentro del país
un perfecto distractor.
Vive una crisis política
el gobierno federal,
que ante grupo criminal
tiene respuesta raquítica.
Para el ejército hay crítica
por actuar a puntapiés.
Sumará a su palmarés
estas dudas y recodos,
porque aquí no estamos todos
nos faltan cuarenta y tres.