Tan pertinaz la frecuencia
que ya parece normal,
del país en general
la incontrolable violencia.
Se nota la indiferencia
en el pariente o amigo.
Ya ni buscamos abrigo
aunque se oiga el traca traca,
“al cabo la muerte es flaca
y no ha de poder conmigo”.
Lo peor es que ya la gente
viendo que no hay solución,
en su desesperación
va en pesimismo creciente.
El que está directamente
afectado en nuestro mapa,
ese sí que no solapa
que el gobierno esté fallando,
por eso están reaccionando
los padres de Ayotzinapa.
Es preocupante noticia
que esos padres impetuosos,
decidieran valerosos
reclamarle a la milicia.
Se entiende que los desquicia
del caso sus enredijos.
Han revisado escondrijos
cueva, bosque o desnivel
y entrar quieren al cuartel
para buscar a sus hijos.
Por eso hubo enfrentamiento
que dejó varios heridos,
pues los padres decididos
hicieron notable intento.
Va creciendo el descontento
en los simples ciudadanos
y al ver en todos los planos
del gobierno ineptitud,
va a reclamar multitud
justicia con propias manos.