Con esas declaraciones
que ha hecho el señor obispo,
me sorprende hasta me encrispo
pues acaparó atenciones.
Con sonoras expresiones
que son por demás picantes,
alteró algunos semblantes
pues dijo sin intermedios,
que hay muchos gays en los medios
también entre gobernantes.
Acertó no cabe duda
Gallardo Martín del Campo,
y sus palabras estampo
como una verdad muy cruda.
Pero en su visión aguda
con sus juicios personales,
no mencionó entre los males
que provocan mil azotes,
que haya tantos sacerdotes
que igual son homosexuales.
Insiste en su frenesí
que el camino confundieron
y que en gays se convirtieron
pues no nacieron así.
Quiero recalcarle aquí
que no son ideas mías,
dicen científicas vías
que eso no es enfermedad,
no se contagia en verdad
ni se quita a los tres días.
Con su necedad oprobia
a los que son de esa grey,
pues contra el lésbico o gay
va incitando a la homofobia.
Una disculpa es muy obvia
como un hombre bien nacido,
pero con tono encendido
en un desplante tremendo,
se justifica diciendo
que ¡ también lo han agredido !.