Ya tenemos año nuevo
llegaron los Reyes Magos,
resentimos los estragos
en este que es su relevo.
Para quien es ya longevo
en futuro no hay confianza,
no se augura gran bonanza
al año que ya empezamos,
porque con él renovamos
solamente la esperanza.
Al bajar la gasolina
que es parte de un engranaje,
esperamos también baje
todo para la cocina.
Pues su precio determina
la austeridad de algún modo.
Que económico acomodo
de todo lo comestible,
al subir tal combustible
de inmediato sube todo.
Pero como ya ha bajado
veremos si todo baja
y ofrece alguna ventaja
que ahora sea de nuestro lado.
O habrá que esperar sentado
tal como siempre se estila.
El comerciante encandila
con los descuentos que ofrece
y “el prometer no empobrece
el dar es lo que aniquila”.
Este inicio de partida
del año en nuestro país,
tiene un panorama gris
que no se le ve salida.
Porque con esa caída
del petróleo que es desprecio,
habrá que luchar muy recio
y con valor disponer,
que se deje de vender
hasta que haya mejor precio.