Es un asunto muy feo
eso de las fotomultas,
pues en todas las consultas
le atacan sin titubeo.
Por ellas pierden empleo
al andar en sus quehaceres,
esos esforzados seres
que manejan los urbanos,
marcados como villanos
siendo sufridos choferes.
Ciertamente se exagera
en las tarifas de pago,
porque causan serio estrago
al bolsillo de cualquiera.
Es una vulgar manera
en estatal territorio,
de imponer contradictorio
y desde luego excesivo,
para el pueblo un agresivo
sistema recaudatorio.
De tarifas no se quejan
como una cosa curiosa,
hasta defienden tal cosa
aquellos que no manejan.
Se regodean y aconsejan
con simplista fundamento,
en genial razonamiento
que es un mensaje ejemplar,
“para evitarte pagar
no infrinjas el reglamento”.
Pero hay algunos choferes
de transporte colectivo,
que son un ejemplo vivo
de nefastos procederes.
Se creen con súper poderes
agresivos y altaneros,
carrereando son primeros,
rebasan por todos lados,
con choques y atropellados
¡ quien para a los urbaneros !.