Jefe de Seguridad
Pública de nuestro estado,
la renuncia ha presentado
por su propia voluntad.
Enfrentará la verdad
que esperamos sea expedita,
porque el pueblo necesita
se aclare enriquecimiento,
e inmuebles que hasta el momento
tiene Bermúdez Zurita.
A pesar de ser terrible
y errática su labor,
fue para el gobernador
secretario inamovible.
Tal decisión inflexible
motivaba las malicias.
Tuvieron que dar primicias
de inexplicables riquezas
y familiares empresas
en “Aristegui noticias”.
Pueden hacer larga cuenta
de delitos por montones,
pues sobran acusaciones
a este “Capitán Tormenta”.
Tanta impunidad calienta
y la culpa se reparte,
pues se escucha en cualquier parte
sin que ya nadie se asombre,
que es tan solo presta nombre
de su amigo Javier Duarte.
Aunque el pueblo desconfía
con su natural malicia,
que se aplique la justicia
teniendo esta fiscalía.
Pero no es lejano el día
que escucharán nuestros gritos.
Ni malas artes ni ritos
impedirán que al estado,
le devuelvan lo robado
y paguen por sus delitos.