De violencia, los azotes
resiente todo el estado,
gran escándalo ha causado
muerte de dos sacerdotes.
Se soliviantan mitotes
el temor se multiplica,
parece se intensifica
el pánico entre la prole,
sin que ninguno controle
la violencia en Poza Rica.
Pero, nada más fue un cura
y un sacristán de la iglesia,
nos dicen que en forma necia
nuestro Fiscal asegura.
Ante anodina postura
la iglesia habló sin empachos.
Desmintió esos dicharachos
insistiendo que está mal,
pero ahora dijo el Fiscal
que fue un pleito de borrachos.
Un Presbítero local
pide sin que polemice,
que esto no se minimice
y ¡ que no chingue el Fiscal !
Quién en el contexto actual
va a coincidir con sus trazos?
Que entre botellas y vasos
de excéntrica borrachera,
torturen de esa manera
y les den nueve balazos?
Arzobispado hizo esbozo
de la fiscalía, implacable:
dijo que es irresponsable
e igualmente vergonzoso.
Que se tenga un sospechoso
puede ser una cortina.
Pues ya se ha vuelto rutina
un chivo expiatorio se halle
y al rato ya esté en la calle
como el caso de Regina.