Se ha incendiado un buque tanque
de Petróleos Mexicanos,
ocupa primeros planos
esta noticia de arranque.
Ahora saltan del estanque
peces grandes y pequeños,
locales y otros fuereños
que increpan el accidente,
como si innegablemente
de la verdad fueran dueños.
Todos del árbol caído
hoy quisieran hacer leña,
alzan la voz y hacen seña
sin lógica ni sentido.
Lo que importa es hacer ruido
e incendiar como una fragua.
No conocen de piragua
menos del mundo marino,
mas buscan, a su molino
político, llevar agua.
Se espera investigación
transparente y exhaustiva,
que la población reciba
una buena explicación.
Se llegue a la conclusión
imparcial sin que haya engaño.
No se tarden más de un año
como en otros accidentes
y con acciones urgentes
se repare pronto el daño.
Al ecologista experto
que hoy desgarra vestiduras,
no hemos visto acciones duras
contra la ampliación del puerto.
Porque hay ecocidio es cierto
en los proyectos suscritos.
Tampoco se escuchan gritos
por el terrible accidente,
que perturbó el medio ambiente
hace poco en “pajaritos”.