Disfruto cada momento
cada instante de la vida,
sin pensar en la partida
soy una veleta al viento.
No me agobia el pensamiento
de la muerte por castigo,
ni es el tiempo el enemigo
que me acecha por ahí,
pero desde que nací
mi muerte vive conmigo.
Vivo con plena conciencia
que se mostrará algún día,
inmisericorde y fría
recortará mi existencia.
Me ha demostrado paciencia
reflexionando quizá,
que al partir al más allá
seremos polvo de olvido,
porque conmigo ha vivido
y conmigo morirá.
Cada cotidiano instante
disfrutaré en plenitud,
la pasional actitud
he de llevar por constante.
Porque de hoy en adelante
el tiempo raudo se va.
Fuera más lento, ojalá,
mas su paso es consistente
y desenlace evidente
para mí la muerte es ya.
He disfrutado la vida
con sus múltiples placeres,
las noches y amaneceres
de manera desmedida.
Aguardaré la partida
segado y cernido el trigo.
A espera en calma me obligo,
para mí no hay un después,
el tiempo sin duda es
mi más mortal enemigo.