Se ha editado nota aparte
promoviendo mucho ruido,
de que el PRI que es su partido
ha expulsado a Javier Duarte.
Como si fuera un baluarte
priista en los altos planos.
Pero para mis paisanos
se ve claramente aquí,
que tranquilamente el PRI
se quiere lavar las manos.
Porque si en verdad quisiera
poner orden en la casa,
aun con voluntad escasa
haría limpia verdadera.
Tuviera en lista de espera
esa banda tenebrosa,
que de forma vergonzosa
su futuro lo marcaron,
cuando cínicos firmaron
aquella carta famosa.
Cosa de todos los días
entre la gente se supo,
que conformaban un grupo
cómplice de pillerías.
Dejaron arcas vacías
con deudas y sin dinero.
Casas en el extranjero
sin que la ley los atrape,
pues tienen ruta de escape
amparados en su fuero.
A Veracruz le lastima
la gente de tal calaña,
su expulsión huele a patraña,
como simple pantomima.
La ley estará en la cima
cuando los meta en prisión.
Mientras, sin preocupación
Duarte en guarida imprecisa,
le ha de causar solo risa
su “vergonzosa expulsión”.