Pudieron llevar a cabo
con debido papeleo,
un minucioso cateo
al rancho en Valle de Bravo.
Cada rincón, cada clavo
rastrearon parte por parte.
Hicieron esta obra de arte
con fastuosos presupuestos,
los prestanombres supuestos
del prófugo Javier Duarte.
Con suites y caballerizas
un lienzo charro y cortijo,
solo para el regocijo
de unas mentes enfermizas.
Plataformas levadizas
gimnasio para hacer pesas,
cines, albercas y presas
todo a cuenta del erario,
tal derroche millonario
allá en el rancho “Las mesas”.
Más de doscientos millones
está valuado ese rancho,
con lujo a todo lo ancho
treinta y un habitaciones.
Tiene lujosos salones
de envidiable magnitud.
Sustracción sin pulcritud
ha dejado arcas vacías,
en las dos secretarías:
de Educación y Salud.
Con régimen no hay deslinde
y hasta hay versión popular,
que lo han dejado escapar
sin que confesión nos brinde.
Pero el Padre Solalinde
dice ya lo han encontrado.
Al gobierno se ha informado
que está en Chiapas en un rancho,
solo hay que ensartarle el gancho
pues ya está bien ubicado.