Dijo Miguel Ángel Yunes
que en fuga de Javier Duarte,
el gobierno tuvo parte
con todos sus asegunes.
Para públicos comunes
solo pareció un desplante.
Pero resulta indignante
que la trama se desnude,
de que en su escape le ayude
el que es actual gobernante.
Le ofrecieron ese día
en vuelo particular,
un helicóptero usar
de la estatal Fiscalía.
Pilotos por legal vía
la versión han confirmado.
Pero plan tan delicado
no habría iniciado siquiera,
si apoyado no estuviera
por el Fiscal del Estado.
Es un asunto muy grave
que la propia autoridad,
en franca complicidad
le prestara esa aeronave.
Así que ni duda cabe
hemos de esperar lo peor.
Porque sin ningún pudor
si esa trastada la hizo,
seguro fue con permiso
del actual gobernador.
Por eso hay desesperanza
disgusto y desilusiones,
y en nuestras instituciones
ya no se tiene confianza.
La sentencia no se alcanza
por tanta complicidad.
No es mera casualidad
que entre nuestros gobernantes,
haya arreglos insultantes
para infame impunidad.