A curas de Poza Rica
después de ser secuestrados,
hallaron asesinados,
según nota que lo indica.
El crimen se multiplica
con el desdén policíaco.
En otro ruidoso atraco
raptaron en un desliz,
a Jorge Luis Sánchez Ruiz
párroco de Catemaco.
Palacio Municipal,
patrullas, muebles, archivos,
principales objetivos
de la turba irracional.
Con un incendio brutal
fue la singular manera,
de enarbolar su bandera
presagiando tempestades
y exigir a autoridades
que el párroco apareciera.
Fue sometido a tortura
ignorándose el motivo,
pero lo cierto es que vivo
apareció el señor cura.
Se presta a la conjetura
su espontánea libertad.
Pero la pura verdad
es que apareció solito,
sin el apoyo expedito
de ninguna autoridad.
Al que incitó el vandalismo
afirmó el gobernador,
le aplicará con rigor
de la ley el mecanismo.
Pero dicen que es el mismo
y lo buscarán en balde,
pues tiene quien lo respalde
ya que el incendio y atraco,
se hicieron en Catemaco
por órdenes del alcalde.