Soportamos sus mentiras,
desde enero hasta noviembre
y el veintiocho de diciembre.
nos envuelven más sus liras.
Aunque aumenten nuestras iras
por engaños evidentes,
artimañas insolentes
nos inventan sin recato;
lo cierto es que a cada rato
nos agarran de… inocentes.
Con sonoros campanazos
que tomamos por decreto,
nos prometió Peña Nieto,
no habría más gasolinazos.
También demostró rechazos
a aumentar la luz y el gas.
Dio su palabra además
con político argumento,
de aumentar el crecimiento
sin crear un impuesto más.
Hoy con las mismas rutinas
Meade el de Hacienda resbala,
“no hay que asustarse” señala
por aumento a gasolinas.
Globalizadas doctrinas
dice se van a aplicar.
Que como en todo lugar
de este mercado tan recio,
bien puede subir el precio
o también puede bajar.
Claro que tendremos daño
con una inflación creciente,
además está la gente
cansada de tanto engaño.
Que no les caiga de extraño
una popular reacción,
porque hay insatisfacción
del pueblo que viste a tiras,
cansado de sus mentiras
y de tanta corrupción.