Se lanzaron proyectiles
con la furia de Valquiria,
orientando contra Siria
cincuenta y nueve misiles.
Demostraciones hostiles
hacia una tierra lejana.
Manifestación temprana
de cómo reacciona y siente,
Donald Trump el presidente
de la Unión Americana.
Protestan Irán y Rusia
que de Siria son aliados,
con sus reclamos airados
ante deleznable argucia.
Que de una manera ensucia
con esos claros abusos,
los ya de por sí confusos
testimonios de amistad
y de buena voluntad
entre los gringos y rusos.
Dicen análisis ciertos
que dan en conteo estricto,
en seis años de conflicto
trecientos veinte mil muertos.
Por las fronteras y puertos
por agua y por todos lados,
ciudadanos empujados
por esa guerra civil,
que ha sacado del carril
millones de desplazados.
A su personal manera
ya Trump había criticado,
a Obama, haciendo un llamado
que en Siria no interviniera.
Él sin aviso siquiera
lanzó un ataque rotundo.
Este güerejo iracundo
su fuerza quiso exhibir,
porque se quiere erigir
en el policía del mundo.