Llegó toda una brigada
de polis y granaderos,
para reprimir severos
a los de Costa Dorada.
Respondieron a orden dada
repartiendo catorrazos.
Este es uno de esos casos
donde mujeres con nagua,
exigen les surtan agua
y reciben toletazos.
Aunque a muchos pareciera
no ser lo más indicado,
que mantuvieran cerrado
un tramo de carretera.
Fue la única manera
después de mucho retraso,
de promesas y fracaso
a su sana petición,
le pusieran atención
y al fin les hicieran caso.
Querrán poner tras la reja
a algunos manifestantes,
cuando debieron mucho antes
solucionarles su queja.
Hay enredada madeja
que a autoridad empantana.
Porque de algún modo allana
normas y leyes rectoras,
haciendo las constructoras
lo que se les da la gana.
En seis meses de labor
es percepción ciudadana,
que en tierra veracruzana
hay gobierno represor.
Quiere aplicar el rigor
imponiendo condiciones.
Debieran ser sus acciones
sin belicosos esquemas
y con tiempo a los problemas
ofrecerles soluciones.