De manera repetida
hemos dicho: son albur
las carreteras del sur
donde se juega la vida.
Nadie toma una medida
con responsabilidad.
No hay ninguna autoridad
que ofrezca acción medular,
para poder transitar
con total seguridad.
Hay continuos sobresaltos
que causan tortuoso enredo,
por ir siempre con el miedo
de los múltiples asaltos.
De protección vamos faltos,
expuestos a muchos males.
Carreteras principales
son feudos de desventuras,
al volverlas inseguras
tantos actos criminales.
Pero también ciertamente
es indignante de veras,
circular por carreteras
destrozadas totalmente.
Ineludible accidente
así brinques o te agaches.
Las palabrotas y taches
contra el de la obligación,
que no cumple su función
te tapar enormes baches.
A los tremendos hoyancos
imposible que no atines,
te llevas llantas y rines
porque son casi barrancos.
Hoy ya somos peliblancos
y revisando el pasado,
sigue igual de abandonado
sin que alguien tome medida,
de darle atención debida
al sureste del estado.