Ya es un tema cotidiano
donde surgen frases recias,
hablar de las peripecias
del que va en camión urbano.
No se respeta al anciano
porque el que va en el volante,
con su postura arrogante
piensa que por el descuento,
no merece miramiento;
menos si es un estudiante.
Por calles y carreteras
no respetan las señales,
son acciones habituales
el ir jugando carreras.
Se suben a las aceras
usan todos los carriles,
son majaderos y hostiles
potencialmente mortales
y los agentes viales
con ellos son muy gentiles.
Este pulpo tiene garras
pues por todo Veracruz,
circula mucho autobús
que realmente son chatarras.
Tienen muy buenas amarras
con alguna autoridad,
pues no ha habido voluntad
de hacer lo acordado un día:
que a todos se les pondría
control de velocidad.
De una manera imprudente
conducen las unidades,
sin respeto a autoridades
y siguen matando gente.
Al cabo que simplemente,
como reparten monedas,
huyen a oscuras veredas
tal y como sucedió,
con quien ayer aplastó
a un hombre en silla de ruedas.