Tuvo como resultado
comparecencia oficial,
una batalla campal
en Congreso del Estado.
Gobernador enojado
se aceleró en automático.
No hubo tono diplomático
ante los legisladores,
terminando entre fragores
ejercicio democrático.
Convirtieron en peleas
de tono más que subido,
lo que pudiera haber sido
un intercambio de ideas.
Ardieron fuerte las teas
en camaral escenario,
por expuesto comentario
que en esta administración,
ya hubo logros por montón
según primer mandatario.
Que tiene pifias muy gruesas
diputados señalaron,
fuertemente reclamaron
no haber cumplido promesas.
En cambio ha habido sorpresas
en los gastos excesivos.
No se cumplen objetivos
con tanto pago atrasado
y sí se han multiplicado
los índices delictivos.
A su modo salió airoso
de cada alusión molesta,
que siempre obtuvo respuesta
de un gobernador furioso.
Su discurso riguroso
que la amenaza incluyera,
nuevamente a su manera
escudó su planteamiento,
en desgastado argumento
de "Duarte y Fidel Herrera".