Desde aquí vuelvo a pedir
que no se aumenten las listas,
de muerte de periodistas
en cercano porvenir.
Consecuencia de escribir
las noticias con ahínco.
Necesario es dar un brinco
para hallar remedio alterno,
porque ya en este gobierno
asesinaron a cinco.
La Fiscalía del Estado
ha emitido un boletín,
quemante como cautín
por ser mal intencionado.
Pretende dejar de lado
periodístico sendero.
A ultimado compañero
quiere el trabajo cambiar
y prefiere mencionar
“su actividad de taquero”.
Donde se había visto eso?
pudiera alguien preguntar,
pero el necio malabar
al pasado es un regreso.
Es el embate inconfeso
contra del que es un baluarte,
porque la verdad reparte
y a mucha gente molesta;
había la misma respuesta
en tiempos de Javier Duarte.
Es recuerdo doloroso
Leobardo Vázquez Atzin,
que sucumbió en el trajín
de oficio tan peligroso.
Va el reclamo vigoroso
a don Miguel Ángel Yunes,
pues ya se han vuelto “comunes”
las muertes de informadores,
con muy fundados temores
de que se queden impunes.