Sigue la ola de violencia
según dicen los cronistas;
atacan a periodistas
ahora del diario PRESENCIA.
Sufren amarga experiencia
que luego se distorsiona.
Alguna gente bribona
armó un ataque brutal,
contra de Hernán Villarreal
y contra Alberto Cardona.
De malhechores el sello
tiene este accionar por cierto,
pues propinaron a Alberto
tremenda herida en el cuello.
Casi a punto del degüello
por el objeto afilado.
Asunto tan delicado
no nos quita de la mente,
que fue muy probablemente
ataque premeditado.
La Comisión Estatal
de Atención a Periodistas,
sin querer ser alarmistas
pide indagación formal.
Es un acto criminal
con que se alcanza presidio.
Puede parecer fastidio
este caso singular,
mas se debe investigar
como intento de homicidio.
Aunque el asunto en rigor
no conoce ni escudriña,
“fue producto de una riña”
declaró el Gobernador.
Confiado de su labor
de manera peculiar,
no se resigna a aceptar
que la violencia se extiende
y a las víctimas pretende
siempre criminalizar.