Toda la cuenca solloza
conteniendo gran dolor,
porque se fue su cantor
don René Beltrán Mendoza.
Hijos, nietos y su esposa
en su aflicción verdadera,
reciban nuestra sincera
muestra de amistad y duelo,
por quien se elevó hasta el cielo
con la Décima llanera.
Saltabarranca y Cabada
sustentaron las raíces,
del que adornó con matices
su temática inspirada.
Buen amigo y camarada
de presencia vigorosa.
Con su pluma majestuosa
recorrió ilustre sendero,
el poeta caballero
don René Beltrán Mendoza.
Con admirable postura
impartió regias lecciones,
a varias generaciones
en la Casa de Cultura.
La Décima y su estructura
o del verso improvisado,
del folclor de nuestro estado
dando instrucción cotidiana,
en sus clases de jarana
y también de zapateado.
Por su salud ya mermada
allá en lo etéreo destella,
pero ha quedado su huella
en Ángel R. Cabada.
No deja pendiente nada,
de la vida pagó el monto.
Y si realidad afronto
siendo el tiempo tan veloz,
esto no es ningún adiós
tal vez solo es… hasta pronto.