Abusos contra menores
no supieron prevenir,
en el largo devenir
del tiempo, tantos pastores.
Hay muchos encubridores
de esas horribles tormentas.
Se han de aclarar las afrentas
que siempre habían escondido
y ahora mismo ha decidido
el Papa, que rindan cuentas.
Procedimientos obtusos
o fingimientos de amnesia,
aplicados por la iglesia
para ocultar los abusos.
Argumentos inconclusos
por descarada solapa.
Pero en esta nueva etapa
con los mandatos actuales,
que abusadores sexuales
rindan cuentas quiere el Papa.
Por tan delicado caso
dijo en reflexión fantástica,
que la estructura eclesiástica
ha sido todo un fracaso.
Tienen rebozado el vaso
las apetencias brutales.
Que enfrenten los tribunales
aquellos involucrados,
pues no son solo pecados,
son acciones criminales.
Pero denuncias sobre eso
dice que son según ve,
campañas contra la fe
el Cardenal Sergio Obeso.
No controla la sinhueso
y en vez de aceptar errores,
le descarga sus rencores
a los que hacen la alusión,
diciendo en su desviación
que “también son pecadores”.