El oficial aparato
que dirige Peña Nieto,
tiene un programa completo
para ensalzar su mandato.
Ya desde hace mucho rato
en forma de seguidilla,
su administración maquilla
con anuncios que maneja,
donde nos dice que deja
un país de maravilla.
Aquí se nota su esmero
en modo particular,
de su imagen ensalzar
con un esfuerzo postrero.
Sigue gastando dinero
en dispendios excesivos.
Quiere dar como efectivos
los logros y plataformas,
de unas fallidas reformas
en spots televisivos.
Propaganda demasiada
que sin poner un reparo,
nos presenta con descaro
realidad distorsionada.
Es que su mente cerrada
no funciona con certeza.
La nación subsiste presa
pues se aprecia en forma clara,
la corrupción que no para
y violencia que no cesa.
Sus presuntos adelantos
son oscuros sortilegios,
concesión de privilegios
beneficio de unos cuantos.
Encubre con negros mantos
la terrible realidad.
Realizó a decir verdad
con la corrupción convenio
y en su terrible sexenio
fue el sello la impunidad.