Una decisión plausible
del gobierno federal,
darle atención especial
al robo de combustible.
Debe mostrarse inflexible
sin perdón ni concesiones.
Pues según informaciones
las pérdidas por el daño,
significaron este año
sesenta y seis mil millones.
Los ladrones son cercanos
funcionarios de la empresa,
que sacan diaria remesa
de Petróleos Mexicanos.
Igualmente en otros planos
se sufren daños severos,
porque a través de agujeros
en los ductos y ramales,
roban otros criminales
llamados huachicoleros.
Habrá que cortar de un tajo
y en forma definitiva,
huachicoleros de arriba
huachicoleros de abajo.
Está metido en el ajo
el que menos se imagina.
Son de forma clandestina
seiscientas pipas a diario;
quién es el destinatario
que compra esa gasolina?
Urge también el mandato
para que con decisión,
se combata corrupción
que existe en el sindicato.
Desde hace ya mucho rato
han rebasado la raya.
Debe caer la muralla
de protección oficial
y en pesquisa judicial
Romero Deschamps se vaya.