A mucha gente fastidia
y le vuelve irracional,
el pecado capital
conocido como “envidia”.
Hacen gala de la insidia
por reprimido rencor.
Les molesta la labor
ya sea de hombre o de mujer,
que demuestra en su quehacer
ser notable triunfador.
Ejemplo de este ejercicio,
fue más de un protagonista,
que hizo crítica racista
contra Yalitza Aparicio.
En su despectivo juicio
resentimiento se asoma.
Luego dicen que fue broma
ese agresivo lenguaje,
contra el primer personaje
de la película “Roma”.
No le igualarán jamás
sus triunfos y galardones,
ni en sus mejores funciones
Sergio Goyri y otros más.
Pero el actor además
frente de una comitiva,
con su mente a la deriva
y un buen grupo por cobijo,
“una pinche india” le dijo
de manera despectiva.
Como el límite cruzó
por racista y envidioso,
en un mensaje nervioso
con “la india” se disculpó.
Está muy claro que no
va a llegar a suceder,
ni en su último amanecer
dentro de esos mismos gremios,
iguale los grandes premios
que ha logrado esta mujer.