A su agresiva manera
Donald Trump muy insistente,
amenaza nuevamente
que va a cerrar la frontera.
Echa leños a la hoguera
con ese lenguaje duro.
En un cercano futuro
espera con su argumento,
obtener financiamiento
para construir el muro.
Que de forma relajada
pasa el centroamericano
y al gobierno mexicano
acusa de no hacer nada.
Les ayuda en la pasada
con los apoyos debidos.
Los tiene bien atendidos,
les procura bienestar,
para que puedan llegar
a los Estados Unidos.
Usando lenguaje fino
Marcelo Ebrard firmemente,
contestó que ciertamente
México es un “buen vecino”.
Pero que no es el camino
querer avivar las brasas.
Ni a presión de sus tenazas
o por algún malabar,
porque no vamos a actuar
con base en sus amenazas.
Hablando de ese problema
contestó nuestro gobierno,
que en primavera o invierno
se trabaja sobre el tema.
Mas no con el mismo esquema
de heridas y cicatrices.
Tiene las mismas raíces
pero en forma cautelar,
no habría de polemizar
por mirarle otros matices.