Declara como es frecuente
por atraer reflectores,
comentarios destructores
Vicente Fox nuevamente.
Aduce sencillamente
casi de manera obscena,
cual si fuera verdad plena
que en cercano porvenir,
en Pemex no hay que invertir
porque no vale la pena.
Se proyecta muy orondo
y aunque argumentos no expresa,
solo dice que la empresa
es como un barril sin fondo.
Tiene tufillo hediondo
su declaración frenética.
Carece de toda ética
pues las verdades se calla,
sin reconocer la falla
de la Reforma Energética.
Todo a la inversión privada
apostaron con engaños,
pero ya casi en seis años
no solucionaron nada.
La empresa fue condenada
a acciones irregulares.
Inventaron malabares
para mostrarla inservible,
diciendo que es preferible
venderla a particulares.
Pretende con arrogancia
manipular la opinión,
concentrando la atención
en temas de relevancia.
Por corrupción o ignorancia
fallaron en su momento.
Pero en este nuevo intento
lo bueno ha de suceder,
porque Pemex vuelva a ser
un pilar del crecimiento.