Lanzando gritos de exhorto
hubo marcha de mujeres,
externando pareceres
sobre el tema del aborto.
El público escuchó absorto
una exigente llamada,
por que sea modificada
esa ley que da soporte,
a que la mujer que aborte
sea hoy criminalizada.
Las consignas a su paso
criticaban los poderes,
represores de mujeres
que interrumpen su embarazo.
Mostraron total rechazo
a esa ley que escandaliza,
que la realidad matiza
con signos de beatitud
y en retrógrada actitud
el aborto penaliza.
Al margen de sus posturas
las marchistas y sus socios,
hacen quema de negocios,
bandalizan esculturas.
Históricas estructuras
para dañarlas se embozan.
A las empresas acosan
en procederes confusos,
cometen muchos abusos
pintan, rompen y destrozan.
Pudiera o no estar de acuerdo
con el tema del aborto,
pero su accionar en corto
se merece un desacuerdo.
Y aunque en mi costado izquierdo
coincido con sus afanes,
espero que los rufianes
en las marchas incrustados,
pronto sean penalizados
y acaben esos desmanes