Alcaldes de oposición
fueron a la capital,
al Palacio Nacional
en clara provocación.
Disimulada agresión
llevaba intención perversa.
La violencia estaba inmersa
en manifiesta actitud,
de toda la multitud
que quiso entrar por la fuerza.
Los guardianes de la plaza
usaron de persuasivo,
un aerosol defensivo
presintiendo una amenaza.
La oposición se disfraza
de diferente manera.
Esta vez de forma artera
la puerta querían abrir,
pretendiendo interrumpir
conferencia mañanera.
Espectáculo mediático
del PRI, PAN y PRD,
con clara intención de que
se le vea tinte dramático.
Les ha resultado errático
y muy fallido el engarce.
La noticia que se esparce
es producto del enojo,
la manejan a su antojo
queriendo victimizarse.
Merecido es el rechazo
contra de los funcionarios,
que ensayaron arbitrarios
ese intento de portazo.
Han resultado un fracaso
sus oscuras pretensiones.
En próximas ocasiones
- las habrá seguramente -
ya debiera el Presidente
fajarse los pantalones.